Este miércoles, a las 10:00 horas, Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, se presentará ante el Tribunal Supremo para testificar en la causa que involucra al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. La declaración de MAR tendrá lugar frente al juez Ángel Luis Hurtado y al ir como testigodeberá decir la verdad.
La solicitud para que comparezca parte de la Abogacía del Estado, ya que esta institución, que defiende al fiscal general, ha detectado "indicios" de que accedió "a una parte del contenido de los correos" intercambiados por el abogado de González Amador con la Fiscalía para admitir un fraude a Hacienda y buscar un acuerdo.
La Abogacía afirma que "la primera revelación de secretos fue de Miguel Ángel Rodríguez" el 13 de marzo, apoyándose en diversas noticias que se publicaron esa noche en varios medios. Por su parte, la Fiscalía, en su informe dirigido al Supremo donde rechaza la apertura de una causa penal contra García Ortiz, declaró que "la nota de prensa emitida por la Fiscalía se limitaba a desmentir, con hechos cronológicamente sistematizados, los infundios publicados" por tres medios de comunicación y por Miguel Ángel Rodríguez, quien es el jefe del Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
En X, Rodríguez escribió: "Resumen de la locura de hoy: la Fiscalía ofrece por correo electrónico un acuerdo a González antes de que pueda responder; sin embargo, la misma Fiscalía afirma haber recibido órdenes 'de arriba' para que no se llegue a un acuerdo y, por lo tanto, se dirijan a juicio".
Pilar Alegría, la portavoz del Gobierno, expresó su confianza en que durante la comparecencia del asesor de Ayuso "la verdad vaya p'alante". Esta afirmación refleja el lenguaje utilizado por Rodríguez en sus redes sociales, donde ha anticipado que el fiscal general también irá "p'alante".
El PSOE ha interpuesto este martes una denuncia en los juzgados de Madrid contra Rodríguez, antes de su declaración, por la supuesta filtración de datos personales de dos periodistas en un chat. Estos datos habrían sido obtenidos por un policía que les solicitó identificarse mientras llevaban a cabo una investigación sobre la vivienda de Ayuso y su pareja.