La investigación sobre el centro de menores de Ateca, ubicado en Zaragoza, se centra en la detención de cinco empleados, incluido el director.
Las autoridades judiciales de Aragón están examinando las denuncias de agresiones y torturas, entre otras cuestiones.
Ayer lunes, la Consejera de Bienestar Social se reunió con los responsables del caso.
Según informa Yolanda Pinilla, ambas partes han reiterado su total disposición a colaborar con la investigación actual y han indicado en un comunicado que su principal objetivo es asegurar, por encima de todo, el bienestar y la seguridad de los menores implicados.
Las dos madres que han presentado la denuncia consideran que unas palabras son insuficientes.
En una habitación los jóvenes sufrían golpes, amenazas y quemaduras de cigarrillos en la piel. Se ha conocido además que apenas tenían acceso a comida, mientras vivían constantes episodios de agresiones sexuales y lesiones.
Las madres de las víctimas subrayan que que el director estaba completamente al tanto de lo sucedido e intentó falsificar un informe médico para encubrir las lesiones.
El centro, que ha sido clausurado por orden judicial, contaba con trabajadores que carecían de la titulación necesaria para desempeñar funciones allí.
La investigación se centra en localizar a nueve menores que han escapado, con el fin de tomarles declaración y determinar si también sufrieron abusos.
Actualmente, el director y cuatro empleados se encuentran en prisión, mientras que la Justicia de Aragón inicia un expediente sobre el centro.