Tras una dilatada carrera diplomática en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Latinoamérica y Europa, la embajadora Vivia Chang llegó a Madrid el pasado mes de julio para ocupar la máxima representación de Taiwán en España. Desde entonces, su prioridad ha sido estrechar los lazos de amistad y cooperación entre ambos pueblos, especialmente en los ámbitos económico, cultura y académico. A nivel internacional, su objetivo primordial es promover la participación de Taiwán en organismos internacionales, como en la Organización Mundial de la Salud (OMS), que celebra su Asamblea Mundial este mes de mayo en Ginebra, así como en la propia ONU y otras agencias especializadas, como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y la INTERPOL.
1.- Taiwán celebró en enero elecciones presidenciales y aunque habrá cambio de presidente, continúa el mismo partido en el poder. ¿Qué esperan los taiwaneses de esta nueva etapa política?
Nuestro presidente electo, Lai Ching-te, que era nuestro vicepresidente, toma posesión el 20 de mayo, y sus primeras declaraciones tras conocer los resultados electorales fueron para insistir en que Taiwán seguirá caminando a lado de las democracias de todo el mundo. Lai ha propuesto un plan de acción basado en «cuatro pilares»: construir las capacidades de defensa de Taiwán, tratar la seguridad económica como seguridad nacional, formar alianzas con democracias de todo el mundo y el establecimiento de un liderazgo a través del Estrecho firme y basado en principios. Continuaremos con la defensa de nuestra democracia y nuestra libertad y nos seguiremos mostrando al mundo como un “país libre”, una democracia madura, un faro de libertad y un bastión de los derechos humanos en Asia. En materia económica, la agenda de Lai se centra en un paradigma de desarrollo económico impulsado por la innovación, la transformación digital y la aplicación de tecnologías de vanguardia, como la inteligencia artificial. Desde una perspectiva social, la política de nuestro próximo presidente apunta hacia la inversión en áreas clave como la educación, la atención sanitaria, la vivienda social y los asuntos de igualdad de género, étnica y laboral.
2.- Ustedes están habituados a recibir continuamente presiones y amenazas por parte de China, ¿esperan que la situación mejore en esta nueva etapa, o desconfían de las intenciones del Gobierno de Pekín?
En los días previos a las elecciones presidenciales, celebradas el pasado 13 de enero, Taiwán estuvo sujeto a una interferencia electoral sin precedentes por parte de China a través de tácticas como la intimidación militar, la coerción económica, el acoso diplomático, la presión política y la guerra híbrida y cognitiva, con la clara intención de interferir en el proceso democrático. A pesar de ello, los votantes taiwaneses tomaron la decisión con ideas claras y mente tranquila para salvaguardar su estilo de vida libre y democrático, conquistado con tanto esfuerzo. Desde Taiwán hacemos un llamamiento a las autoridades de Pekín para que tomen en serio la opinión publica primordial del pueblo de Taiwán y den una respuesta a la esperanza y la preocupación de la sociedad internacional. Que adopten medidas concretas para mantener la estabilidad y la paz en el Estrecho de Taiwán y para promover un desarrollo positivo de los lazos entre ambos lados del Estrecho. Nosotros estamos dispuestos a dialogar con China, siempre bajo los principios de racionalidad, igualdad y respeto mutuo, para encontrar una solución aceptable para ambas partes que mantenga la paz y la seguridad en la región, una tarea que corresponde a ambos lados del Estrecho.
3.- ¿Cree que recientes conflictos, como el de la guerra de Ucrania, han cambiado la mirada del mundo hacia China y las potencias autoritarias?
La guerra de Ucrania nos demuestra que las democracias del mundo debemos estar cada vez más interconectadas. Es fundamental que los países democráticos se unan para disuadir las agresiones autoritarias y preservar el orden internacional. El apoyo militar chino a Rusia y la asociación sin límites de ambos regímenes evidencia la importancia de la cooperación democrática. Como sucede con Ucrania, Taiwán es igualmente vital para el orden internacional. La seguridad de la nación no es solo una cuestión económica, sino también geoestratégica, ya que la paz en el Estrecho de Taiwán es esencial para mantener los tres pilares de la estabilidad en el Indo-Pacífico: los sistemas de coalición de Estados Unidos, el equilibrio regional y la no proliferación de armas nucleares. En este sentido, instamos a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para preservar el statu quo en el estrecho de Taiwán en tres ámbitos: contrarrestar la coerción de China en la zona gris, integrar a Taiwán en los mecanismos económicos internacionales y oponerse a la distorsión por parte de China de la Resolución 2758 de la Organización de las Naciones Unidas.
4.- ¿Esperan entonces mantener el apoyo que la comunidad internacional da a Taiwán?
La paz en el Estrecho de Taiwán es una cuestión global, y las asociaciones de seguridad como el formado por Australia, Japón y EE. UU, contribuyen a sentar unas bases sólidas para la estabilidad regional. Valoramos también de forma especial el respaldo del Parlamento Europeo, que en los últimos cinco años ha aprobado más de cuarenta resoluciones e informes para demostrar su apoyo a Taiwán. Las más recientes, del pasado mes de febrero, reiteran que Taiwán es un socio clave de la Unión Europea y un aliado democrático en la región de Indo-Pacífico. El Parlamento insta a la UE y a sus Estados miembros a estrechar la cooperación con Taiwán, especialmente para reforzar la resiliencia de la cadena de suministro mundial. También denuncia el continuo bloqueo de China a la participación internacional de Taiwán y hace un llamamiento a los Estados miembros para que apoyen la participación significativa de Taiwán en organizaciones internacionales. Tras su reunión de abril en Capri, Italia, los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Siete reiteraron la importancia de la paz en el Estrecho y apoyaron la significativa participación de Taiwán en organizaciones internacionales, incluida la Asamblea Mundial de la Salud que se celebra este mes de mayo.
5.- La participación en la Asamblea Mundial de la Salud es precisamente uno los asuntos más trascendentes para Taiwán. ¿Cómo afecta su exclusión de la Asamblea Mundial de la Salud?
Pese a ser la principal organización internacional que defiende el derecho a la salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) continúa excluyendo a Taiwán debido a consideraciones políticas irracionales. Esto pone en peligro el derecho a la salud de los 23 millones de ciudadanos de Taiwán. Un ejemplo es que en diciembre de 2021 los estados miembros de la OMS establecieron un proceso para redactar y negociar un nuevo acuerdo internacional sobre medidas más robustas de prevención, preparación y respuesta a futuras pandemias. El documento ahora llamado Tratado de Pandemias de la OMS podría aprobarse durante esta Asamblea Mundial de la Salud de este año. Y aunque Taiwán realiza grandes contribuciones a la seguridad sanitaria mundial, podría quedar excluido del acuerdo. Es imperativo que la Organización Mundial de la Salud adopte los principios de profesionalismo e inclusión e invite a Taiwán a participar en la Asamblea Mundial de la Salud y en todas las reuniones, actividades y mecanismos de la OMS, en particular en aquellos relacionados con el acuerdo de la OMS sobre la pandemia.
6.- ¿Qué aportaría Taiwán al sistema de salud mundial si pudiera participar en la OMS?
A lo largo de las últimas décadas, Taiwán ha reforzado su sistema de atención médica y salud pública de acuerdo con las recomendaciones de las OMS, y se ha comprometido con el objetivo de alcanzar una cobertura sanitaria universal. Estos esfuerzos incluyen la mejora de la atención primaria y la salud bucal, así como la lucha contra las enfermedades transmisibles y no transmisibles. En cuanto al covid-19, Taiwán estableció medidas de respuesta que aprovecharon la inteligencia artificial, los macrodatos y las redes de vigilancia. Hemos logrado avances muy significativos en materia de salud y estamos dispuestos a compartir nuestra experiencia y conocimientos con el mundo. Como miembro responsable de la comunidad internacional, Taiwán nunca abandonará sus continuos esfuerzos para fortalecer la seguridad de la salud pública mundial. Nuestra finalidad es lograr el objetivo de salud para todos y establecer una mejor colaboración con socios globales. Con ello, veremos realizados el derecho humano fundamental a la salud estipulado en la Constitución de la OMS y la visión de no dejar a nadie atrás adoptada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.