Pistoletazo de salida para las elecciones autonómicas gallegas del próximo 18 de febrero, se da inicio a la campaña electoral . En estas elecciones, Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, se enfrenta al primer test electoral en Galicia después de la decepción por no llegar a La Moncloa. Este examen se llevará a cabo en su propio territorio y servirá para medir tanto su liderazgo como el de su sucesor en la Xunta, Alfonso Rueda.
Feijóo no será el candidato del PP gallego por primera vez desde 2009. Sin embargo, como líder nacional, no se quedará al margen de las elecciones y se centrará en la campaña que comienza este viernes con su propia caravana. Fue en Galicia donde Feijóo estableció su liderazgo a nivel nacional al destacar su gestión y su éxito en evitar la entrada de Vox en la política autonómica.
El PP llega a la cita con las urnas del 18 de febrero, que precede a las elecciones vascas y europeas, en un momento complejo junto a su adversario, el PSOE. Esto se debe a la votación en la que Junts rechazó la ley de amnistía, lo cual ha resaltado la precariedad parlamentaria de Pedro Sánchez. Además, Sánchez ya enfrentaba la erosión de defender una norma que antes rechazaba.
Sin fiarlo a las encuestas, el PP experimenta un momento dulce.
Tras haber sacado a la calle hasta en siete ocasiones a decenas de miles de personas contra el Gobierno, el PP se encuentra en un momento dulce. Además, ahora sobrevuela sobre el Ejecutivo la amenaza de protestas agrarias. Otro elemento que rodea la campaña es la negociación en Bruselas para renovar el Poder Judicial, aunque no se retomará hasta el 12 de febrero.
La formación, en cualquier caso, ha aprendido a desconfiar de las buenas perspectivas. En Génova, han reflexionado sobre lo sucedido el 23 de julio, cuando Feijóo asumía que lideraría el Consejo de Ministros, hasta que el recuento de votos reveló que PP y Vox no tenían mayoría. En la sede central del PP, ahora se toman las encuestas con precaución, siguiendo la consigna de ser prudentes.
También se presta mucha atención a la medición del impacto de la actualidad. Feijóo ha pedido en público a sus seguidores que no se confíen, que no den por ganado el partido, y ha destacado lo difícil que es retener la quinta mayoría absoluta en Galicia. Además, hay sondeos, aunque son minoría, que muestran datos preocupantes para el PP y mantienen la tensión. Un ejemplo es el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que sugiere que Rueda está al borde de perder la mayoría absoluta, aunque el PP no le da credibilidad.
En estos comicios, existen dos factores que causan inseguridad. Uno de ellos es la importancia que Vox tenga; el PP asume que una vez más se quedará sin representación, aunque no está claro si esto afectará su distribución de escaños. Otro factor es el papel que jugará y qué respaldo obtendrá Democracia Ourensana, el partido del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome.
En Génova, creen que no hay razones para preocuparse porque deberían retroceder hasta cinco escaños para perder la mayoría absoluta. Además, consideran improbable un batacazo así y por eso no permiten la calma ni la relajación. Sin embargo, tienen planeado peinar las provincias gallegas. La campaña de Feijóo comenzará este viernes en Lugo, donde se juega la absoluta junto con A Coruña. Esto se desprende de la encuesta preelectoral del CIS.
El riesgo de que Galicia pueda caer en manos del nacionalismo y se convierta en una sucursal de lo que denominan como 'sanchismo' es el argumento más repetido por el PP en la precampaña. Al Bloque Nacionalista Galego, que parte como segundo, lo tachan de amigo de ERC y EH Bildu.
Tanto en la sede nacional del PP como en los territorios, se traslada que las sensaciones son buenas antes de que arranque la campaña. Sin embargo, también se contiene la respiración ante el escenario de que el PP pierda Galicia y Feijóo, quien allí forjó sus galones, quede tocado.
"Al ser cuestionado sobre esta hipótesis, el presidente andaluz, Juanma Moreno, afirmó que el futuro de Feijóo como líder del PP o como candidato a la Presidencia no se vería condicionado por ningún resultado. Desde otras autonomías gobernadas por el PP también se repite un argumento similar. Sin embargo, según Feijóo, lo que sucede en Galicia suele tener una gran repercusión en España, como señaló el pasado 28 de diciembre."
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