Después de declararse en rebeldía con el Ministerio de Defensa ruso, Yevgueni Prigozhin, el jefe del grupo de mercenarios Wagner, ha anunciado tener bajo control las instalaciones militares de la ciudad rusa de Rostov. Según sus palabras, el Ministerio de Defensa ruso ha atacado sus posiciones en Ucrania.
"Controlamos las instalaciones militares de Rostov, incluyendo el aeródromo", afirmó en un vídeo publicado en su cuenta de Telegram, mientras estábamos en el Estado Mayor a las 7.30 hora de Moscú (04.30 GMT). Indicó que el jefe del Estado Mayor huyó de aquí en cuanto supo que nos acercábamos al edificio, pero aseguró que la instalación funciona con normalidad. "No hay ningún problema. Lo único que hacemos es impedir que la aviación de asalto nos bombardee y garantizar que bombardee a los ucranianos", detalló.
Tras ingresar a las instalaciones, Prigozhin ha afirmado que las cifras proporcionadas por Moscú no son precisas. Según él, las bajas alcanzan hasta mil en algunos días, incluyendo "muertos, desaparecidos, heridos y los llamados 'desertores'". "Al llegar aquí, hemos confirmado muchas cosas. Hay una gran cantidad de territorio perdido y soldados muertos, tres o cuatro veces más de lo que se informa oficialmente a la Presidencia rusa. Además, lo que se comunica a través de la televisión es diez veces menor", ha denunciado.
En rebeldía contra la cúpula del Ministerio de Defensa, especialmente el ministro Serguéi Shoigú y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, Prigozhin declaró que el Grupo Wagner había "aniquilado" a 100.000 soldados rusos y había creado un "caso" en Ucrania con su estilo de mando. Sus hombres anunciaron que habían cruzado desde Ucrania a la región rusa de Rostov, en el sur, con el objetivo de iniciar una "marcha por la justicia" hacia Moscú.
"Se refuerza la seguridad en Moscú mientras Rostov insta a sus ciudadanos a mantener la calma".
"En Moscú se están tomando medidas antiterroristas destinadas a fortalecer las medidas de seguridad", ha señalado el alcalde, Serguéi Sobianin, en su canal de Telegram. Esto se debe al desafío de Wagner, por lo que Rusia ha introducido medidas antiterroristas tanto en la capital como en la región de Moscú. Además, se ha organizado un control adicional en las carreteras.
Vehículos blindados y hombres armados se pueden observar en las calles de Rostov en este momento, rodeando edificios administrativos, según los medios locales. Aunque Prigozhin aún no ha confirmado si sus hombres han tomado alguno de ellos. Previamente, el gobernador de la región, Vasili Gólubev, había solicitado a los ciudadanos que no abandonaran innecesariamente sus hogares y anunció cambios en las rutas del servicio de transporte, así como la cancelación de todos los actos públicos.
Mientras la Fiscalía General de Rusia ha iniciado un caso por "organizar una rebelión armada", lo cual podría resultar en una condena de 12 a 20 años de prisión, Prigozhin ha negado cualquier intento de golpe de Estado. Serguéi Surovikin, comandante adjunto del Grupo Conjunto de Tropas en Ucrania, ha expresado públicamente que el grupo Wagner debe detener las columnas que intentan avanzar hacia la capital y regresar a sus puntos de despliegue permanente.
"Obedecer la voluntad y la orden del presidente de Rusia elegido por el pueblo es lo que hay que hacer antes de que sea demasiado tarde. Es necesario detener las columnas, devolverlas a sus puntos de despliegue permanente y áreas de concentración, y resolver todos los problemas solo por medios pacíficos bajo el liderazgo del comandante supremo de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa", afirmó Vladímir Putin.
Anoche, Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, informó que el mandatario ha sido informado de todos los acontecimientos y que se están tomando las medidas necesarias. Además, la Casa Blanca está monitoreando la crisis entre Rusia y el grupo Wagner y ha indicado que consultará con sus aliados y socios los sucesos.
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