"Casco histórico, rehabilitación y vida", por María Antonia García, Abogada

Cada persona se forja con su paisaje. Pertenezco a ese grupo que, aunque no nos rendimos, ya hemos sido vencidos, llevamos la herida hendida del casco histórico de nuestra ciudad, que, como otros cientos de España, se hayan en un endogámico retroceso económico y social, hasta tal punto, que somos los propios residentes, los que día a día huimos a las afueras, consumimos en otras ciudades o lo más terrible, compramos vía “online”, descapitalizando a los tenderos de nuestros barrios, con la sandez de que no tienen esas maravillas baratijas que una multinacional fabricó en China, y que un gran almacén de banalidades nos manda a casa.

El casco histórico de Lorca, se encuentra crónicamente deteriorado. El desánimo es institucional pues llevamos décadas con diferentes administraciones, con proyectos de rehabilitación de papel cuché, que no reportan eficacia alguna. Poco a poco, desciende por las laderas del Castillo, una necrosis que envuelve las fachadas y las impregna de ruinosa decadencia. Ya nadie quiere vivir cerca de la Colegiata de San Patricio, hay callejuelas con olor a gato de aquelarre, solitarias, despobladas, ni una luz en el balcón; y por la noche, los pocos de la zona, cuando sacamos la basura, somos como muertos vivientes, y ello no evita, que sea hermoso pasear al amanecer o al anochecer, pero sólo para aquellos que amamos los escenarios tenebrosos de los cuentos de Edgar Allan Poe.

Si bien es cierto, que se han restaurados iglesias, se están recuperando ruinas monumentales, dicen que se edificará el Palacio de Justicia, que se construirá un hotelito con encanto, que las fachadas se rehabilitaran, que los cables desaparecerán, que el Casino se recuperará. Lo que necesita urgentemente esta ciudad, y otras también, es que vuelvan los moradores al casco histórico, para que no nos convirtamos en una ciudad fachada, donde deambulen por la mañana los funcionarios y que al atardecer desaparezca la vida. Tenemos ejemplos de recuperación del paisaje urbano histórico como el de Alcalá de Henares. ¡Qué maravilla¡. Espero que sigamos su estela.

Aspiro alrededor de cada trece de Junio de los próximos años, junto a “Los Amigos de Cultura”, recorrer el itinerario del poeta Eliodoro Puche , en cada parada recitar un soneto y observar orgullosa como transitan, residen y viven jóvenes y mayores en el centro de la ciudad,…Sentir vida verdadera.