Gracias a una técnica de ingeniería genética un ciego ha vuelto a ver.
La operación ha consistido en introducir en el ojo humano unas proteínas sensibles a la luz que se encuentran en las algas.
Esta técnica pionera se llama "optogenética" y es la primera vez que se utiliza en un paciente humano que, desde niño, no podía ver.
Sin embargo, tras someterse a esta nueva terapia genética, este hombre ha podido agarrar y contar objetos.
Los resultados son prometedores según la revista 'Nature Medicine'.