Ahora las encuestas empiezan a dibujar un pronóstico nada favorable para la gobernanza de Ayuso en la Comunidad de Madrid de cara a las elecciones del próximo 4 de mayo.
La movilización de la izquierda no se ha hecho esperar tras el uso y abuso que Vox y su matonismo hizo del acto en la Plaza Roja de Vallecas. El mitin si es que puede llamarse así a las soflamas que los líderes de Vox lanzaron, ha soliviantado los ánimos de miles de indecisos. Ahora el efecto boomerang se ha vuelto contra quienes se lanzaron al ruedo del enfrentamiento suponiendo que podrían sacar un aplauso tras la faena. Y como en esto de las derechas madrileñas, "tanto monta o monta tanto" , Ayuso como Monasterio, Vox como el PP, ramas ambas procedentes del mismo tronco aznariano, el acto, lejos de sumar a restado y hasta se les ha vuelto en contra.
Ahora el malestar que el provocador que Abascal buscó con ahínco a llegado a miles de hogares madrileños que han comprobado lo que un atajo de radicales descerebrados pueden desencadenar, de obstentar el poder. Tal es así que Ayuso podría perder el Gobierno regional.
Entre los miedos de Díaz Ayuso está el voto por correo. A ello hay que sumar la bajada de Ciudadanos y Vox que como parece no lograrían el 5% de los votos que necesitan para entrar en la Asamblea, situación esta promovida por el PP que si bien los necesita, se ha empeñado en machacarlos y robarles votos, robando para ello a alguno de sus candidatos emblemáticos como es el caso de Toni Cantó, al que en Ciudadanos detestan por transfuga, como gran parte del PP lo hace, por considerarle un trepa al que se le ha premiado sin que hubiera hecho méritos para ello.
A esta preocupante situación que la derecha atraviesa hay que sumar la movilización de las izquierdas.
Así, con los datos en la mano no es de estrañar que derecha y ultraderecha hayan echado mano de otros ultraderechistas de las ondas como Federico Jiménez Losantos o Carlos Herrera, encargados de trasladar a la opinión pública que con un gobierno de PSOE, Podemos y Más Madrid "llega la bruja" , comparando en caso de que las izquierdas gobernaran, a la comunidad de Madrid con Venezuela y al Gobierno de izquierdas presidido por un tal Gabilondo, con el del malvado Baiden al que siguen culpando de haber dado un pucherazo electoral en Estados Unidos, porque la fiesta no salió como a ambos dos le hubiera gustado.
No sabemos quien ganará finalmente las elecciones pero sí conocemos que Toni Cantó dejará de ser diputado autonómico cuando queriendo ser el novio en la boda, la justicia le haya impedido el casamiento con el PP por polígamo.
Lo que si sabemos es que el miedo se ha instalado en Génova 13, la sede que la opinión general califica como la Cueva de Alí Babá . Tal es así que ha echado mano de uno de sus hombres de peso, del periodista Luis María Anson, fundador de La Razón y exdirector de ABC ,muy dado a falsear la verdad para derrocar a los contrarios como hiciera con el PSOE de González, que ya ha lanzado, que el Gobierno de Sánchez " pondrá el servicio nacional de Correos, con todos sus gigantescos recursos, en contra de Ayuso"
Ansón vocero de la derecha que desde tiempos pasados nos tiene acostumbrados al " difama que algo queda" se ha prestado al PP de Ayuso para dar a entender un posible fraude a través del voto por correo, defendiendo como si de una tesis se tratara “las trampas que se pueden hacer los socialistas a través de la digitalización electoral”.
Esto no es algo nuevo. Ansón copia el manual de Trump en los comicios americanos colocándo la venda antes incluso de que se produzca la herida, para adelantándose a lo que teme que suceda, insinuar que habrá fraude electoral, más si cabe al intuir como así parece, que la movilización pueda traer consigo una participación histórica de los madrileños, movilización que podría castigar con contundencia a las derechas.
De esta manera no solo la Justicia, haría justicia, sacando de la lista del PP al transfuga Toni Cantó al considerarlo "inelegible" sino que también los madrileños dejarían sin sillón a Ayuso que pagaría, no solo por el adelantamiento electoral que tanto dinero ha costado a los ciudadanos, sino su mala gestión frente a la pandemia y los cientos de muertes de los que la hacen responsable.
Gabriel Sánchez