Los migrantes han intentado cruzar a nado el espigón que divide Marruecos de Ceuta en la frontera del Tarajal. Para interceptar a estas personas, incluidos algunos menores, han trabajado conjuntamente agentes de ambos territorios.
Según ha informado la Guardia Civil la jornada ha sido de "intenso trabajo" para la Gendarmería Real marroquí, que ha llevado a cabo acciones para impedir los intentos de llegar a las costas españolas. Además, el Servicio Marítimo del Instituto Armado y Salvamento Marítimo han estado dedicados a localizar y rescatar a los nadadores encontrados en el mar.
Durante toda la noche, se realizaron las labores de rescate. A las 23:00 horas, los vecinos alertaron a las autoridades tras escuchar los gritos de auxilio de quienes se encontraban en el agua, y el operativo continuó hasta las 5:00 horas.
La cifra de personas que han logrado ingresar a Ceuta y que ahora se dirigen hacia centros de menores o al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) no ha sido precisada por la Guardia Civil. Afirman que siguen llevando a cabo las tareas de identificación y el proceso de filiación de los extranjeros, un procedimiento que debe ser realizado por la Policía Nacional y que es necesario para poder acceder a las instalaciones mencionadas.
La edad y la nacionalidad juegan un papel crucial en el destino de las personas migrantes. Sin importar su país de origen, los menores deben ser recibidos en los distintos centros. En contraste, los adultos de nacionalidad marroquí son enviados de regreso a su lugar de partida, mientras que aquellos que provienen de otras nacionalidades —predominantemente argelinos o de naciones del África subsahariana— encuentran refugio en España.
Varios equipos de Cruz Roja han intervenido durante la madrugada, atendiendo a los migrantes que han conseguido llegar a la arena ceutí. Aunque no se proporcionan cifras sobre el número de personas asistidas, Europa Press ha confirmado que, como es habitual, la mayoría presentaba cuadros de hipotermia.
Según la Guardia Civil, la presión migratoria es constante durante las noches de guardia para los patrulleros de las costas de Ceuta, aunque ha sido más intensa en esta madrugada, especialmente en días con niebla.
La proximidad entre las costas de Marruecos y Ceuta, junto con los episodios de mal tiempo, facilita que numerosas personas migrantes se aventuren al mar equipadas con trajes de neopreno para resguardarse del frío del agua. Fuentes de la Guardia Civil señalaron a EFE a principios de agosto que estos intentos de entrada, cada vez más frecuentes y constantes, se han intensificado durante este verano gracias a las condiciones favorables del mar.