El poder no se encuentra en las siglas de un sindicato, sino que emana de las asambleas de trabajadores/as, por lo tanto, sus representantes sólo son transmisores de las conclusiones emanadas de las asambleas. Ese es su fin y no otro, en este sentido transcribo los Acuerdos del Congreso Extraordinario de Unificación de la CNT en 1984, que definirá y clarificará su posición al respecto.
«El Congreso de Unificación de la CNT acuerda: Rechazar el modelo sindical continuista que, desde el Gobierno, capital y centrales reformistas se nos ha venido imponiendo durante la transición, y cuyo eslabón definitivo parece ser la Ley Orgánica de Libertad Sindical (LOLS), donde se da carta legal al hegemonismo de CC.OO.-UGT, marginando al sindicalismo revolucionario y autónomo, que defiende la CNT (hoy CGT), así como perpetuando la institucionalización de las relaciones laborales y la acción sindical. Reafirmar el modelo anarcosindicalista de Acción Sindical, basado en las secciones sindicales como órgano de organización y representación de los trabajadores en la empresa, y que utilizan la asamblea como órgano de discusión y expresión unitaria de los trabajadores. Concurrir a las Elecciones Sindicales, como táctica de la organización, debiendo asimismo respetarse cada decisión individual o de aquella Sección Sindical de no presentarse a las mismas, sin que se permita la realización del boicot por lo que ello tendría de contradictorio. El objetivo táctico de la CNT (hoy CGT) al participar en los Comités de Empresa no es otro que el conseguir la implantación y el reconocimiento de las Secciones Sindicales, por lo que dentro de sus posibilidades, las Secciones Sindicales de CNT presentes en Comités de Empresa trabajarán por su vaciamiento de contenido y su final disolución, siendo sustituidos por las Secciones Sindicales. Dicho vaciamiento no significará nuca dejaciones o falta de participación sindical.»
Una realidad anunciada.
Esto es algo que se ha ido denunciando y anunciando en diferentes medios, y que personalmente, como extrabajador, he publicado diversos artículos en esta línea. Es, pues un hecho, ya no vale decir ¡que viene el lobo!, porque el lobo ya ¡ha actuado! (vulneración de derechos, irregularidades en las negociaciones, persecución de trabajadores/as… y aún no hemos visto lo que es capaz).
El elefante entró en la cacharrería.
La actual realidad de las deformaciones e interpretaciones dictatoriales, de los diferentes directores que, últimamente la administración andaluza ha ido imponiendo a la empresa pública VEIASA conjuntamente con una política “capciosa” de la administración, además, con el “consentimiento” de los sindicatos (UGT, CCOO, CFIF) con unas actuaciones borreguiles de sus representantes; están propiciando que los trabajadores/as vayan mirando hacia la actual forma de, actuar de la CGT, coherente y denunciante, de los atropellos que sufren sus trabajadores/as.
Para evitar este estropicio es necesario que todos y todas se aunen como una, sola fuerza común, para poder hacer frente a los desmanes de una administración populista cuyo único deseo es malvender, una empresa líder en su sector para engordar los bolsillos de unos cuantos.
Sólo deseo mandar ¡ánimos! a sus representantes y siempre que el empeño no ceje para sacar a la luz la verdad.
“Estas dictaduras del futuro lograrán producir una especie de campo de concentración indoloro para sociedades enteras, de manera que, de hecho, podrán arrebatarle sus libertades más fundamentales a las personas, y sin embargo ellas estarán conformes y hasta felices con esta situación porque habrán sido desviada de cualquier deseo de rebelión por medio de las drogas, la propaganda o el lavado del cerebro.” (Aldous Huxley)