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Al rey Juan Carlos se le pretende rehabilitar su dignidad en el homenaje a la Constitución en el momento en el que sale a la luz otra presuna hija no reconocida.
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Al rey Juan Carlos se le pretende rehabilitar su dignidad en el homenaje a la Constitución en el momento en el que sale a la luz otra presuna hija no reconocida.
Al rey Juan Carlos se le pretende rehabilitar su dignidad en el homenaje a la Constitución en el momento en el que sale a la luz otra presuna hija no reconocida.

Al rey Juan Carlos se le pretende rehabilitar su dignidad en el homenaje a la Constitución en el momento en el que sale a la luz otra presuna hija no reconocida.

Al rey Juan Carlos se le pretende rehabilitar su dignidad en el homenaje a la Constitución en el momento en el que sale a la luz otra presuna hija no reconocida.
viernes 30 de noviembre de 2018, 19:09h

La Zarzuela no sabe donde colocar al Emérito consciente del daño que le ha hecho a la monarquía. Don Juan Carlos participará en tres actos en el aniversario constitucional y reaparecerá como figura clave de la época y valedor de una transición en la que no ha quedado claro el papel que jugó durante el 23 F. Pero mientras su hijo intenta que recupere la dignidad y credibilidad perdida, María, una comercial catalana, reclama que la reconozca como su hija, asegurando: "Juan Carlos I es mi padre"

El pasado jueves don Felipe quiso resaltar el papel durante los cuarenta años de democracia, lo hizo en la Casa de América en su discurso de inauguración de la exposición '40 años de Diplomacia en Democracia. De él dijo que, "fue “testigo y partícipe directo en todo este proceso, tras el que España se ha convertido en un país de referencia en la vida internacional " obviando decir que España es tan bien un claro ejemplo de corrupción, donde ni el rey escapa de la sospecha.

El día 6 de diciembre, el rey emérito acudirá al Congreso, otra cosa es donde colocarlo. La jefatura del Estado, no pasa por su mejor momento, la última foto del rey con el príncipe heredero de Arabia Saudí tampoco ayuda demasiado. Al acto acudirán además Felipe González, la reina Letizia y la reina Sofía, pero el emérito no se prevé que hable.

Lo que parece seguro es que el rey no estará en la presidencia , junto a los reyes actuales, seguramente ocupe el lugar de las taquígrafas. Lo coloquen donde lo coloquen, será referencia. Su imagen pública está deteriorada desde lo de Bostwana, lo de Corina, lo del jucio del caso Noos, por las acusaciones no aclaradas relacionadas con las comisiones del Ave a la meca etc, su fortuna y el más que dudoso papel durante el 23 F. Recordemos que Juan Carlos no participó en la celebración de las primeras elecciones democráticas, algo que no sentó nada bien a Juan Carlos que mostró su enfado a la prensa. La Casa del Rey no se pronunció pero tomó nota.

Ahora Zarzuela intenta rehabilitar la imagen del emérito y acudirá al Congreso, también acudirá a la audiencia al Consejo Asesor de las Cortes Generales del lunes y a la inauguración de la exposición 'Democracia 1978-2018' del martes en el CaixaForum a pesar del daño que hará a la monarquía despues de algunos episodios de su vida aparecidos y entre estas una de las más graves, las grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo a su examiga Corinna zu Sayn-Wittgenstein donde afirmaba, entre otras cosas, que el Monarca había obtenido una comisión por el AVE a la Meca.

Ahora al último escándalo donde el exjefe de Estado apareció en el Gran Premio de Fórmula 1 de Abú Dabi, donde saludó al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, al que la CIA considera el instigador del asesinato del periodista Jamal Jashoggi y de que la Zarzuela salió del paso diciendo que "era su agenda privada y fue un saludo estrictamente protocolario sin trascendencia institucional", sale ala luz otro escándalo y este no es otro que el de María A. L. A. que asegura ser su hija.

En declaraciones al Español, María ha declarado que está dispuesta a llegar hasta el final para demostrarlo. Consciente de su situación económica, ha tenido que dejar su caso en manos de la justicia gratuita y apenas lleva unos meses en contacto con abogados y procuradores, pero tiene claro que no va a desistir del largo camino que acaba de iniciar. "Voy a luchar por lo que es mío. En su día tuve el anhelo de conocerlo. Pero ahora ya no. Ahora solo quiero lo que me corresponde", declara.

Pero, ¿quien es esta catalana?

Tiene 54 años, dos hijos y una enfermedad que le impide trabajar. A principios de 2018 solicitó un abogado de oficio. Primero en Cataluña, donde reside, y posteriormente en Madrid, donde estaba previsto que se iniciaran los trámites. También le fue asignado el pertinente procuradorpara este asunto de filiación. Pero entonces apareció la primera piedra de su camino. Su madre habría conocido al entonces príncipe de Asturias en la primera mitad de los años 60, en la inauguración de un pantano.

"A mí me asignaron el caso, pero yo no estoy autorizada a llegar hasta el Tribunal Supremo, que es donde han de dilucidarse este tipo de cuestiones relacionadas con este tipo de demandas de paternidad. Y no en los juzgados de Primera instancia de Madrid, que era hacia donde se encaminaba todo y donde yo sí podía llevar a cabo la defensa". La que habla es Aránzazu Cardeñoso, la abogada de Madrid. La reclamación podría llegar hasta el Supremo.

En la actualidad su situación es precaria. "Cobro 460 euros al mes, tengo la invalidez del 68% y no puedo pagar otro piso. Si a los Borbones los está manteniendo España, ¿por qué ellos no mantienen a sus hijos? O que lo haga el Estado o que lo haga mi padre", afirma con rotundidad.

María segura que tiene, "fotografías, cuadros, varios regalos que me hizo, además de lo que me contaba mi madre y todos los recuerdos que me han ido aflorando en los últimos años".

Según relata, uno de los más nítidos tuvo lugar en 1966, cuando le vio por segunda y última vez. "Me llamó la atención lo grande que era aquel hombre. Sus piernas sobresalían de la butaca. Me trajo una muñeca con su vestidito, de esas que no teníamos las niñas de mi edad. Y mi madre no quiso que me la quedara porque llamaba mucho la atención", rememora, decidida a contar su historia. "Durante años, siendo yo pequeña, escuchaba a mi madre decir una y otra vez que yo había nacido rica y que se me había torcido el camino. '¿No te gustaría vivir en un palacio? Allí te pagarían los estudios…'. Un día Juan Carlos estaba en la televisión, mi madre me miró y asintió. Me confirmó que era mi padre y a mí me temblaron las rodillas".

Pero María no es la primera persona que asegura que Juan Carls es su padre, otra es Ingrid Sartiau la mujer belga que desde hace unos años intenta demostrar que el padre de Felipe VI es también el suyo. Su demanda, presentada en 2015, fue aceptada en un principio gracias a un acta notarial firmada por su madre, pero fue tumbada poco después por el Tribunal Supremo.

María ha hablado con Ingrid, pero también con Albert Solá, otra persona que reclama la paternidad del rey Juan Carlos y cuya demanda fue desestimada en 2015, a pesar de que se realizó incluso una prueba de ADN. "Albert me contó que él también había recibido una bici BH con la misma edad que yo. Hace poco me dio incluso una muestra suya de ADN por si lo necesitaba para contrastarla con la mía. Pero eso no es suficiente, porque necesito la de mi padre”.

Así las cosas, flaco favor el que le hace a la monarquía la presencia en los actos del rey Juan Carlos. Mal que pese nunca fue un ejemplo a seguir. Ahora lo es menos.

Un padre no puede dejar de reconocer a sus hijos.

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