En 1963 Chicho Ibáñez Serrador con 28 años, llegó a Televisión Española pero ya contaba con una larga experiencia en la televisión argentina.

Los directivos de la época, Adolfo Suárez y Juan José Rosón, confiaron en él para liderar la operación premios, aquella con la que TVE se dio a conocer en los festivales de televisión de toda Europa.

Admirador del humor negro y de la literatura de Edgar Allan Poe y Ray Bradbury; por no hablar de la fórmula de Alfred Hitchcock, Ibáñez Serrador se empeñó en demostrar que el género fantástico y de terror podía seducir al público. Historias para no dormir, cuyos guiones firmaba con el pseudónimo de Luis Peñafiel, fue su consagración en España. Ya lo había hecho en Argentina con Obras maestras del terror. Capítulos como El cumpleaños, La pesadilla o El televisor han envejecido con honor, tanto como El asfalto, un corto donde su propio padre moría sepultado y con el que ganó el premio Ninfa de Oro del Festival de Televisión de Montecarlo en 1967.

Historias para no dormir fue uno de los programas más populares de los años 60 y 70 y el antecesor de Mañana puede ser verdad, serie también basada en relatos de ciencia ficción codirigida con su padre Narciso Ibáñez Menta.

Tras el reconocimiento de sus éxitos y un Premio Ondas como Mejor Autor en 1969, Televisión Española le encargo el mítico Un, dos, tres, programa que permaneció en emisión durante tres décadas. A pesar del éxito y de la audiencia millonaria impensable en la televisión del siglo XXI, Chicho no abandonó el género fantástico. Compaginó el concurso con nuevas adaptaciones de relatos de terror para Televisión Española y Radio Nacional de España. Cruzó la línea para dirigir ¿Quién puede matar a un niño? (1976) y La residencia, una película claustrofóbica y de corte clásico que relata la historia de un asesino en una residencia de señoritas, una joya rodada en una época donde el cine de género casi no tenía presencia en las pantallas españolas.

El legado de Narciso Ibáñez Serrador marcó a generaciones de directores de cine como Alex de la Iglesia o Juan Antonio Bayona, entre otros. Además, fue reconocido con premios como el del Festival de Televisión de Montecarlo, el Festival de Buenos Aires, y con numerosos homenajes por su contribución al género.

Su última aparición en televisión fue 26 de septiembre de 2016 en Late Motiv programa presentado por Andreu Buenafuente.