"Un rey unificador" es el deseo expresado por Federico X, quien se ha convertido en el nuevo rey de Dinamarca después de la abdicación de la reina Margarita II. En sus primeras palabras como soberano, dirigidas a miles de daneses, transmitió este mensaje.
"Desde el balcón del castillo de Christiansborg en Copenhague, ha expresado sus palabras en un breve discurso. Junto a la primera ministra danesa, ha salido al balcón y no pudo evitar emocionarse. Después, su esposa, la reina Mary, se unió a él y recibió un beso que fue recibido con una gran ovación. Sus cuatro hijos también estuvieron presentes, liderados por el nuevo príncipe heredero, Christian."
Minutos antes de la firma de la declaración de abdicación por parte de su madre, Federico X ascendió al trono en un Consejo de Estado. Antes de eso, la carroza con la reina y su hijo llegó al palacio para la ceremonia, mientras miles de banderas ondeaban y se escuchaban aplausos. "Creo que es un día especial, un día histórico. Solo ocurre una vez en la vida", expresó una asistente.
El pasado 31 de diciembre, en su discurso de Fin de Año, se anunció sorpresivamente la abdicación de la reina Margarita. Después de 52 años en el trono, ella era la última mujer al frente de una casa real europea. Ahora deja un país que, según los sondeos, sigue siendo monárquico y donde solo el 15% de los ciudadanos se siente republicano.
Con 55 años, Federico, el hijo de ellos, asume el trono. Como profesor de Ciencias Políticas, está casado con Mary Donaldson, una mujer australiana que no tiene sangre real. Lleva a sus hijos a colegios públicos y celebra su cumpleaños corriendo maratones. Además, ha expresado su apoyo a la lucha contra el cambio climático.
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