Desde este medio, podemos afirmar que a Javier Aureliano no le gusta la gente de los barrios obreros, ni las personas con discapacidad, ni las asociaciones de víctimas de TRATAS. En definitiva, solo le gusta, presuntamente, hacer tratos con aquellos que en algún momento le puedan beneficiar, ya sean bancos, constructoras o agentes de la autoridad. Entendemos que está protegiendo su futuro.
Ejemplo de cómo nos presionaba para que subiéramos las cuotas y asfixiar a los que menos tienen de nuestros socios, era aumentar nuestra facturación por el pago del tiempo, cobrándose horas no disfrutadas por el uso de la instalación, condenándonos a ir mes tras mes al contencioso administrativo con los gastos que eso conlleva, algo que por supuesto nunca hicimos, limitándonos a pagar de más, lo que era un chantaje encubierto de estos gestores.
Otro ejemplo de cómo quería arruinar la economía de nuestro club era el hecho de negarse repetidamente a llamar al seguro cada vez que se inundaba la sala debido a los defectos estructurales del edificio, teniendo que reponer el material si queríamos que nuestros alumnos siguieran con la actividad.
En líneas anteriores describo su odio a las personas con discapacidad, algo completamente objetivo y prueba de ello es que es uno de los presidentes que menos recursos ha dado a las diferentes Asociaciones de Personas con Discapacidad de esta provincia.
Podemos decir y sin miedo a querellas que es un discriminador y que cada vez que ha tenido la oportunidad de aportar algo a los clubes de personas de discapacidad o dirigidos por personas con discapacidad los desprecia o les resta los posibles recursos a los que tengan derecho.
Incidiendo sobre la directrices marcadas por Javier Aureliano de discriminar a los niños con dificultades cognitivas, os contamos que nos llegó hace unos días mediante una grabación de, como el club elegido por este presidente, le decía a un padre que para realizar la actividad, le harían una prueba al niño, etiquetándolo como apto o no apto para dicha actividad, según el gestor de dicho club.
Esto podría ser intolerable, a menos que este presidente sea un protector de estas discriminaciones en las que nos estamos dejando la vida para superar.
Más anomalías y características de este presidente sin palabra y sin escrúpulos es como autoriza, y posiblemente faltando a la ley, que el club que dirige la actividad en este pabellón se niegue a cobrarles a través de cuenta bancaria los pagos mensuales a sus alumnos, exigiendo los pagos en mano.
Por supuesto, no nos damos por rendidos y seguiremos luchando por lo que creemos que es de todos los almerienses y no el cortijo de un presidente y de sus asesores, que no son ejemplo de una sociedad sana y transparente, como ya hemos ido siguiendo en su actualidad política, con asesores condenados por conducción temeraria bajo los efectos del alcohol y diputados imputados y detenidos por el “Caso Mascarillas”.
Y como colofón a lo que vida sana se refiere, tras los rumores de las presuntas adicciones de este presidente provincial (no probadas), tenemos su negativa constante de hacerse un test de drogas ante los almerienses, tal y como hizo cuando se vacunó del Covid19.
No nos cansaremos de pedir ese test de pelo, ya que de su buena salud dependen más de 250 millones de euros del presupuesto de la Diputación de Almería.
Uno no puede en su sano juicio perjudicar a más de 100 niños acompañado de ataques de ira incontrolados e injustificados, así que le pedimos que en el próximo pleno se haga un control de drogas que le llevaríamos de parte de todos los almerienses, con el único fin de disipar la rumorología.
Si (
No(
