Refugiado junto con su familia en su lujosa casa de Fuerteventura, el actor Rodolfo Sancho sigue con atención la situación de su hijo Daniel en prisión preventiva en la cárcel de Koh Samui (Tailandia). Daniel ha confesado el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta.
En estos momentos la desolación y angustia embargan al actor debido a lo que está ocurriendo con su hijo mayor, producto de su relación con Silvia Bronchalo.
A pesar de lo sucedido no viajará a Tailandia por el momento. Su portavoz, Ramón Chippirrás, confirmó que ya ha tenido la oportunidad de hablar con el chef español.
Ayer, se llevó a cabo una rueda de prensa por parte de la policía tailandesa, en la cual se declaró que la investigación ha sido cerrada. Sin embargo, aún quedan varias incógnitas por resolver, como la causa de la muerte del cirujano plástico y el móvil del crimen.
Además, es necesario determinar la verdadera relación entre la víctima y el autor así como la razón que hay detrás de la gran cantidad de dinero encontrada dentro de la caja fuerte del bungalow donde supuestamente ocurrió el crimen.
Desde la revelación hecha ayer por el subdirector de la policía de Tailandia, en la que se informaba que los agentes encargados de la investigación recomendarían la pena de muerte para el joven acusado, debido a que consideran que se trata de un asesinato premeditado, el actor se encuentra sumido en una profunda desolación.
Según Carmen Balfagón, otra portavoz de la familia y miembro del mismo despacho de abogados y criminólogos que Chippirrás, el actor no tiene ni siquiera la energía suficiente para sacar al perro a pasear.
"En algún momento, creo que Rodolfo irá, pero tenemos que encontrar el momento adecuado. Está pasando por un momento muy difícil psicológicamente. No podemos ni siquiera imaginar la situación", explicaba ayer Balfagón. "La familia está sufriendo mucho debido a la mala adaptación. Desde el punto de vista familiar, este tema es extremadamente difícil de vivir".
Si (
No(
