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El “G-7”, un submarino español de película, por Diego Quevedo Carmona, AN ®

El “G-7”, un submarino español de película, por Diego Quevedo Carmona, AN ®
miércoles 09 de marzo de 2022, 20:46h
El “G-7”, un submarino español de película, por Diego Quevedo Carmona, AN ®
El “G-7”, un submarino español de película, por Diego Quevedo Carmona, AN ®

En 1958, la productora de cine alemana Arca Filmproduktion GmbH, cursó permiso para venir a Cartagena a grabar una película de acción en uno de nuestros submarinos, el G7, film en el que el director era uno de los mejores de aquellos años, el también alemán Harald Reinl.

El “G-7”, un submarino español de película, por Diego Quevedo Carmona, AN ®

La elección del submarino era la opción ideal, dado que se trataba de desarrollar la acción a bordo del ex US73, un auténtico “lobo gris” del Almirante Karl Dönitz, que había servido bajo la bandera de la Kriegsmarine tan solo unos años antes y que el 2 de Mayo de 1943, en plena II GM, se había internado en Cartagena con serias averías que le había producido un avión Hudson británico de patrulla marítima en las proximidades de Cabo de Palos.

La película, con música de Norbert Schultze, trataba de rememorar la hazaña del Comandante alemán Günter Prien, que en la madrugada del 13 al 14 de Octubre de 1939, en plena II GM y al mando del submarino U47 penetró en la bahía de Scapa Flow, situada en las llamadas “tierras altas” del norte de Escocia, en el conjunto que forman las Islas Orcadas, donde fondeaba la Home Fleet logrando torpedear y hundir al Royal Oak, uno de los mejores cruceros de batalla británicos.

Aquella acción de guerra, tuvo en su momento una gran relevancia en la Alemania del III Reich, que incluso motivó el que el propio Adolf Hitler hiciera venir junto a él al propio Prien para imponerle personalmente la Gran Cruz de Hierro.

De todos los submarinos alemanes que habían hecho estragos en la contienda mundial, en aquellos años de finales de la década de los 50 aún quedaban varios –tampoco muchos- a flote, principalmente porque al acabar la guerra los pocos que sobrevivieron a ella fueron autohundidos por los alemanes o por los aliados de modo que el único que quedaba en el mundo plenamente operativo era precisamente el español, por lo que la película debía ser filmada a bordo de él, si es que se quería dar el mayor realismo posible.

Así, durante unas semanas, al G7 se le borró la numeral de costado y se le pintó con pintura blanca en ambas amuras de la vela el famoso “toro resoplando” que llevaba el U47, se desmontó el letrero de bronce con la leyenda “TODO POR LA PATRIA” que llevaban todas las unidades navales en el frontal del puente en aquellos años y poco más, no hizo prácticamente falta ningún otro retoque externo ni mucho menos interno, ya que se le conservaba “tal cual” pues se encontraba idéntico a como se había internado en su momento y la similitud de ambos submarinos, nuestro G7 y el alemán U47 era grande.

Los actores “auténticos” que la productora trajo a Cartagena eran apenas media docena, actuando la propia dotación española de extras, a los que sólo hubo de vestir con uniformes nazis, lo cual era tarea sencilla. Además, la dotación española, aparte de pasarlo bien durante los días que duró el rodaje, vieron como se les gratificaba con unos cuantos marcos, que no venían mal para los bolsillos, pues ayudaba a las maltrechas economías de aquellos años. Más complicado era hacer que la costa de Cartagena “se hiciera pasar” por los acantilados británicos de Dover, por ejemplo, pues a lo largo de la película se distinguían perfectamente lugares tales como la isla de Escombreras, el fuerte de la Podadera, las diversas baterías de costa o la inconfundible silueta de Cabo Tiñoso, ya que las escenas en superficie se grabaron en las inmediaciones de Cartagena. Los efectos especiales también dejaron mucho que desear, pero eso, en los años 50 era algo demasiado complicado de hacer, aunque realmente tampoco nos resulta de interés, no se trata de hacer una crítica a la película, sólo recordar que en España tuvimos un auténtico “lobo gris” de los que atemorizaron a los convoyes aliados durante la II GM, que dio un excelente rendimiento todos los años que estuvo en servicio en nuestra Armada y que a bordo suya se grabó una película de acción basada en hechos reales.

Cuando se determinó que su ciclo de vida había llegado a su fin, el Diario Oficial del Ministerio de Marina nº 82/70 publicó su Baja, efectiva a partir del 2 de Mayo de 1970, fecha que coincidía con el mismo día y mes de 1943 en que entró en Cartagena con serias averías.

Ese día, en un acto sencillo que tuvo lugar en la Base de Submarinos, se arrió por última vez la bandera de aquel legendario “lobo gris” que debió ser conservado como reliquia, -creo que luego hubo arrepentimiento, cuando ya el soplete había hecho estragos- siendo desguazado en la dársena de El Espalmador, y del que nos quedan al menos las imágenes de la película que se grabó a bordo del mismo y que llevaba por título original “U47 Kapitänleutenant Prien” en su versión original, y que se comercializaría en todos los cines de España poco después bajo el título de “U47 Comandante Prien”.

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