Eslovenia, nos pasó por encima con un Doncic superior al resto de jugadores liderando a su equipo y guiando a los suyos a su primera final de un Eurobasket.
Bien es cierto que España hasta ayer dominó el baloncesto europeo, pero ya no, ayer tuvo enfrente a un rival que hará historia.
Esta vez no pudo ser, pero ello no significa restar méritos a la selección española. España buscaba su séptima final en los últimos diez Europeos, España era la favorita tras llevarse el título en tres de las últimas cuatro finales. Los de Scariolo se vieron desbordados y fueron arrollados por el equipo balcánico y esa facilidad y acierto en tiros de tres que los españoles no pudieron atajar.
El entrenador eslovaco sacó a la cancha un equipo bien compensado, que desde el minuto uno demostró que no sería fácil vencerle como así fue. Los tiros de tres marcaban la diferencia y ello que en principio se convirtió en una amenaza terrible descompesó claramente los intentos de España de acercarse en el marcador. Desde el perímetro resultaron letales pero también bajo el aro.
En el primer cuarto metieron 6 de 8 en triples con cinco jugadores diferentes, una barbaridad si en tanto por ciento hablamos, hacía muchos años que no veíamos nada igual. España se mostraba atascada en ataque, incapaz de acercarse en el marcador. Marc Gasol puso un poco de esperanza, pero Dragic, con un tiro desde los 8 metros, dejó claro que se trataba de un espejismo momentáneo. Nada más comenzar el segundo cuarto Randolph colocaba en la pizarra el 19-27. Con la salida de Sergio Rodríguez y Willy Hernangómez , España se mostró más incisiva y acertada y se acercó a los eslovacos. Al descanso 45-49. La diferencia de cuatro puntos daba alas para pensar que en el tercer cuarto España remontaría, pero no fue así. Luka Doncic, a sus 18 años, lideró a los suyos y la diferencia en el marcador se fue ensanchando hasta conseguir Eslovenía la máxima diferencia 55-73.
Con esta derrota a España le queda el consuelo de luchar por el bronce, que tampoco está mal.
Si (
No(
