La poesía en demasiadas ocasiones, casi siempre, es la expresión de un alma rota que se busca a sí misma. Una palabra, una imagen, un sonido, un suspiro, pueden ser poesía. La grandeza de las pequeñas cosas. El alma humana pesa aproximadamente 21 gramos, yo peso 90 kilos. La majestuosidad de lo etéreo convertido en esencia de la humanidad. Para concluir un insignificante poema que para muchos se torna relevante:
"Regreso"
Regreso a lo más profundo de mi ser
salón de espejos rotos
cristales en el suelo
que reflejan el dolor
y la sed
Regreso a ese momento
en el que todo se convirtió en ayer
en el que así lo quisiste
y así lo hiciste
Jamás criticaré tu libertad
para actuar
incluso cuando ella me lleve
a los parajes oscuros de la depresión
debo ser consecuente y buscar solución
Regreso de nuevo a esa infancia
llena de carencias
en la que unos tenis eran un tesoro
en la que tenía por ducha un barreño
en la que era feliz en mi inocencia
incapaz de descubrir tu presencia
¡engaño!
Regreso a ese lugar donde pervive el olvido
y tiene prisionero al amor
a ese mundo de ensoñación
donde aún me dices ¡te quiero!
a esos versos
que son mi sustento
último refugio del alma desgarrada
por el afilado filo de la traición
Regreso a lo más profundo de mi ser
y continuo sin poder comprender
como la belleza de la rosa
transmutó en horrible pesadilla
y como de su fragancia
no quedó ni su sombra ni su voz
Soy yo siempre quien se arrodilla
y no me avergüenzo de ello
ni recrimino a nadie por tener
que hacerlo
y si fuese menester
volvería a repetirlo
¡Destino no sé qué tienes contra mí!
O tal vez no comprendo
de qué forma me ayudas
lo que sí entiendo
es que regreso a lo más profundo de mi ser
para intentar recomponerme
sin hacer daño a nadie
si exceptuamos al hombre que soy
Y ya lejos de ti
os veo a vosotros
quizás sea tarde para decir
¡Gracias por lo que recibí
y por lo que me depare el porvenir!
Regreso a lo más profundo de mi ser
a ese lugar donde pervive el olvido
junto a ese niño que te mira
te mira
fijamente a los ojos
y ya no te encuentra
Y como colofón recordar a Soul Etspes: “El puñal de la traición tiene el filo tan afilado como oxidado quedando su ponzoña para siempre alojada en la memoria mientras que las heridas del alma jamás consiguen cicatrizar”.