El dueño de Cosentino fue sentenciado a seis meses y tres días de prisión por cinco delitos de lesiones graves, además de pagar una indemnización de 1,1 millones de euros a los trabajadores afectados. La juez destacó que el material Silestone es "más peligroso para la salud" que otros como el granito o mármol, debido al alt...
La Alcaldesa de Águilas, Mari Carmen Moreno, participó en el acto de entrega de diplomas de los cursos de "Introducción a la informática", "Procesador de textos" y "Uso de smartphone" que se han desar...
A pesar de la neblina que envuelve mi conciencia y de ese estado febril que me obliga a navegar entre lo real y lo imaginario, siento como cierto el tañido metálico procedente de esa torre añorada, que fue gigante de mi infancia. He vuelto, sin quererlo, tras muchos años de ausencia a esta, mi tierra, la misma en la que convivieron tres credos y hoy plagada de cruces quiere desterrar la huella que dejó el islam y la presencia judía, para borrar así una parte de su historia. Como cristiano de nacimiento y ahora soldado de Dios, estoy obligado a impartir el credo que ha impuesto tras la reconquista la Iglesia de la que formo parte y el Estado al que me debo. Mis hábitos así lo determinan aun cuando desde lo más hondo de mi ser no hago otra cosa que preguntarme por qué ha de ser así, qué razón nos asiste, quienes somos nosotros para reconvertir a nuestros distintos y anular sus costumbres y tradiciones hasta amoldarlos a las nuestras y por qué al proscribir su religión le imponemos la nuestra.