Los hechos ocurrían en Semana Santa, cuando el detenido agredió a una persona en O Carballiño mientras otro les grababa. Una grabación que se volvió viral y llevó a que la Guardia Civil, en colaboración con la policía local de la capital do Arenteiro, detuviesen a un joven de 18 años y vecino de Punxín como presunto autor de los hechos.
El detenido pasaba a disposición judicial y comparecía en el juzgado de O Carballiño acusado de dos delitos: un primero de lesiones y un segundo contra la integridad moral. Ha quedado en libertad con cargos y la obligación de comparecer quincenalmente ante el juez. a mayores, se le prohibe acercarse a menos de 300 metros de la víctima.
La Guardia Civil continúa ahora con la búsqueda del autor del vídeo, que deberá también comparecer ante el juez.
El joven de O Carballiño se ha hecho lamentablemente famoso esta semana al publicarse en las redes sociales su agresión, brutal y por sorpresa, a otra persona. Hoy ha sido por fin localizado y detenido.
La agresión aunque se produjo en Semana Santa, la noche del 30 al 31 de marzo, hasta este martes la víctima no denunció por miedo.
Según ha informado la Guardia Civil, el presunto agresor fue trasladado a las dependencias de la Benemérita de la localidad ourensana y estaba previsto su pase a disposición judicial a las 16,30 horas delmiércoles en el Juzgado de O Carballiño.
La víctima ha declarado que el agresor le habría propinado un puñetazo en la cara sin motivo aparente mientras ambos se encontraban conversando de madrugada. El agredido tuvo que ser hospitalizado por lesiones en un ojo.
El momento de la agresión fue grabado por un cómplice del presunto agresor. El video, difundido por redes sociales, ha ayudado a identificar al detenido. Ambos se enfrentan a un delito de lesiones y contra la integridad moral.
La Guardia Civil continúa la investigación para localizar y poner a disposición judicial a la persona que realizó la grabación de la agresión.
Tras pasar a disposición judicial, el detenido ha quedado en libertad con cargos y deberá comparecer cada 15 días en los juzgados. Además se le ha impuesto una orden de alejamiento a la víctima de 300 metros, con la que tendrá prohibido comunicarse.
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