Apenas doce horas tras el fallecimiento del papa Francisco, se hizo público su testamento el lunes pasado. En este documento se detallaban las últimas voluntades del sumo pontífice, lo que permitió al Vaticano iniciar los preparativos para su funeral. El pontífice manifestó en su testamento su deseo de ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, y solicitó que su sepulcro fuera "sencillo, sin nada en particular" y que contara únicamente con una inscripción que dijera "Franciscus".
"Con la certeza de que el ocaso de mi vida terrena se aproxima y con una profunda esperanza en la Vida Eterna, deseo manifestar mi voluntad testamentaria únicamente respecto al lugar donde quiero ser sepultado. A lo largo de mi vida, he depositado mi confianza en la Madre de Nuestro Señor, María Santísima, tanto en mi ministerio sacerdotal como episcopal. Por ello, solicito que mis restos mortales reposen en la Basílica Papal de Santa María la Mayor, aguardando el día de la resurrección", señala el testamento del sumo pontífice.
A pesar de que el próximo sábado a las 10:00 se llevará a cabo el funeral de Francisco, este será el más sencillo en la historia de los papas, aunque los costos serán millonarios y estarán financiados por un benefactor anónimo. El mismo Francisco mencionó: "Los gastos para la preparación de mi entierro serán cubiertos por la suma bienhechora que he dispuesto sea transferida a la Basílica Papal de Santa María la Mayor y para la cual he dado las instrucciones apropiadas al arzobispo Rolandas Makrickas".
El nombre de la persona que, por decisión propia, se encargará de cubrir los gastos del funeral del papa no ha sido revelado. Solo el cardenal Makrickas tiene conocimiento de su identidad, y esta información se considera un verdadero secreto de Estado en el Vaticano, lo que ha llevado al cardenal a evitar hacer comentarios al respecto. Al ser interrogado por laSexta sobre quién financiará el funeral, su respuesta fue: "Yo no conozco nada de esto".
Parece que en el Vaticano no hay conocimiento sobre la identidad de este donante anónimo. La razón de esto radica en que el dinero no llegará a la Santa Sede, ya que, como se detalla en el testamento de Francisco, los gastos serán pagados directamente por el benefactor a la basílica de Santa María la Mayor. Este es el templo que el papa ha visitado 126 veces en los últimos 12 años y donde descansarán sus restos.