La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha decretado este lunes el ingreso en prisión incondicional sin fianza para los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, respectivamente, por promover las concentraciones del pasado 20 y 21 de septiembre en Barcelona, según han informado fuentes jurídicas.
Pastor, Évole, Mateo y Hernández confunden política con justicia. Ligan ambas cosas cuando otras veces critican el nexo de unión del órgano político con el judicial. ¿En que quedamos? ¿ Deben separarse el poder político del poder judicial?
Pues eso sencillamente es lo que ha hecho la magistrada Carmen Lamela atendiendo la petición de la Fiscalía tras tomarles declaración por segunda vez en calidad de investigados a los cuatro imputados por un delito de sedición, penado con hasta diez años de cárcel y entre estos a Jordi Sánchez Y Jordi Cuixart, ambos terroristas de la palabra, ambos agitadores sociales, ambos culpables del asedio a la Guardia Civil y a los funcionarios judiciales que cumpliendo una orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña llevaban a cabo su trabajo en la Consellería de Economia de Cataluña. Acaso ya no recuerda ninguno de ellos a Cuixart y Sánchez subidos en los coches destrozados de la Guardia Civil, megáfono en mano alentando a las masas. Se les olvida tal vez que aquellos funcionarios públicos estvieron apunto de ser linchados por una masa enfebrecida a la que los dos detenidos alentaban y empujaban.
Carmen Lamela ha separado la política de la justicia y ha actuado contra dos presuntos delincuentes por saltarse la ley, y no, no lo ha hecho contra sus ideas políticas, sino contra sus acciones ilícitas.
La Magistrada les envía a prisión al entender que en las convocatorias hechas por los líderes soberanistas se hacía un llamamiento, no a una manifestación pacífica, sino a la "protección" de los gobernantes catalanes mediante "movilizaciones ciudadanas masivas". Así lo ha expuesto en el auto por el cual ha acordado la libertad con medidas cautelares para el mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluis Trapero, y para la intendente Teresa Laplana, aunque cabe aclarar que su decisión es sobre lo sucedido los días 20 y 21 de septiembre frente a la Consejería de Economía, falta aún por ver que decisión tomará después de que analice el proceder de ambos y la inacción de los Mossos durante la jornada electoral del 1 de Octubre. Recordemos que la orden a los Mossos era cerrar los colegios a las seis de la mañana y que de haber cumplido la orden, ni policía , ni Guardía Civil, hubiera tenido que actuar para cumplir la orden judicial y menos aún tener que utilizar la fuerza, algo que parece ser, era el objetivo que Mossos y Govern, buscaban.
Los cuatro fueron citados a declarar por segunda vez en la Audiencia Nacional, después de que la Guardia Civil remitiera a la jueza un nuevo atestado que se ha incorporado a la causa sobre los incidentes ocurridos durante registros y detenciones a miembros del Govern que planeaban el referéndum ilegal y la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre.
Como ya hicieran en su primera declaración, los dos acusados se han negado a responder a las preguntas del Ministerio Público. Sánchez ha contestado a su letrado mientras que Cuixart se ha acogido a su derecho de no declarar, según informan fuentes jurídicas. Sin embargo de poco o nada les ha servido, según el último atestado de la Guardia Civil, ambos fueron responsables de "alentar a la masa" llamando a la protesta frente a la Consejería de Economía, de donde los agentes de Policía Nacional y Guardia Civil no pudieron salir en casi 24 horas y donde la secretaria judicial tuvo que huir por la azotea al ver peligrar su vida. Es importante recordar como los concentrados intentaron entrar echando abajo la puerta, que de haberlo conseguido, Dios sabe lo que hubiera pasado. ¿Donde estaban los Mossos que debían protegerlos?, Luego más tarde llegaría el acoso de las masas empujadas por Sánchez y Cuixart frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya buscando presionar a la justicia.
Pero no nos equivoquemos porque ambos fueran aplaudidos y vitoreados cuando llegaran a primera hora de la mañana y luego más tarde sobre las 18.00 horas, pues no eran héroes. Ahora que están entre rejas tampoco son mártires de una causa política. Si se les ha juzgado no ha sido por sus ideas sino por sus acciones, así que veámosles como los presuntos delincuentes que son e intentemos separar de una vez el poder político del judicial apostando por la independencia de la justicia como ha hecho la Magistrada Carmen Lamela, más aún cuando quién les recibia con aplausos era una veintena de diputados y senadores del PdeCAT al grito de 'No esteu sols' (No estáis solos) buscando la expectación mediática a la que ellos han respondido con saludos y el puño en alto en señal de victoria. No son héroes compañeros, son solo presuntos delincuentes.
Si (
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