Según el citado sondeo, que también supone para López Miras ser el líder más valorado, el PP ampliaría a 20 sus escaños y podría elegir entre Vox y Cs para gobernar en el siguiente cuatrienio. Por contra, el PSOE bajaría de 17 a 13 escaños al tiempo que Ciudadanos se hunde, siempre según la misma encuesta, manteniéndose Podemos en sus dos diputados actuales.
A tenor de estos datos electorales surgen interrogantes preocupantes en el interno del PSRM-PSOE murciano a la hora de analizar este descalabro. Conesa –del que nadie discute su preparación, formación y entrega- atribuye el descenso de su organización a la “desmovilización” de la izquierda pero sin renunciar a ser “la única alternativa” frente a los populares para afrontar una casi improbable remontada. Militantes y dirigentes consultados no confían tanto como su jefe de filas en revertir el escrutinio antes señalado en los próximos dos años y medio y apuntan algunas cuestiones detectadas como base de “la previsible derrota”.
El argumentario esgrimido contiene razones regionales y nacionales. Por ejemplo, lo más reciente, de esta misma semana en clave nacional, el apoyo de Bildu a los Presupuestos Generales del Estado forzados, en palabras de Fernández Vara y García-Page –vigentes presidentes de Castilla la Mancha y Extremadura- por la deriva tacticista de Pablo Iglesias para quitarse de en medio a Ciudadanos “y someter” al PSOE para favorecer los intereses de Podemos. Y un tema igualmente capital pasa por el conflicto del castellano en Cataluña.
Si nos quedamos en nuestra región tenemos el vidrioso asunto hidrológico del que ya dimos cuenta hace varios días al exponer la opinión del agricultor y militante socialista lorquino Manuel Soler, descontento con las directrices de su partido en esta materia. Asunto donde la Ejecutiva murciana asume las tesis gubernamentales encaminadas a la desaparición paulatina del Trasvase ante la desesperación de los agricultores murcianos, fundamentalmente los residentes en el Campo de Cartagena y Valle del Guadalentín donde la agricultura intensiva es muy importante y que muestran su orfandad ante la negativa postura del Gobierno central, lo que aumenta considerablemente el voto favorable al PP. Por tanto, Conesa, que conoce perfectamente la situación, no tiene margen de maniobra para enfrentarse a sus jefes madrileños a pesar de sus prometedores inicios de liderazgo para evitar más deserciones agroalimentarias y que sucesivamente se ha visto desautorizado por el empuje del Ministerio de Transición Ecológica.
No es descartable que en breve comiencen a “despertar” cargos públicos socialistas cansados de las sucesivas contradicciones y “tiros en el pié” del PSOE en el sentido anterior. Cargos que han confesado a esta columna de opinión “la preocupación” existente en muchos rincones del partido, tomando ejemplo de sus correligionarios autonómicos.
Y otro punto no menos importante que los anteriores pasa, según afirman estos cargos públicos, por el Grupo Parlamentario en la Asamblea Regional, al que califican de “muy flojo” salvando a algunos diputados históricos que realizan positivamente su labor como es el caso del totanero Alfonso Martínez Baños.
Por todo ello, concluyen los reiterados cargos, Diego Conesa tiene más que razones suficientes para intentar “ahormar” un futuro órgano de dirección a su medida y acabar con el actual para remediar la debacle anunciada por el CEMOP, sin olvidar forjar un futuro núcleo parlamentario capaz de afrontar los retos por cumplir.
Si (
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