Se trata de un poemario que encierra las vivencias de la autora desde una perspectiva transcendental e integradora.
Cuando dejan quietas sus alas las mariposas es una obra escrita en verso que narra experiencias vitales. Amalia Campos García expresa a través de esta obra sus propios pensamientos. “Es un conjunto de vivencias transversales de toda una vida en su sentido más transcendente y holístico”, explica. “Se trata de una obra que destaca por compartir principios y sentimientos universales a través de un lenguaje poético y sencillo”, sentencia.
Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, el lector va encontrar “la belleza percibida en cualquier instante. La magia que puede envolver una ola, una flor, una nube, la lluvia, las horas que pasan. En definitiva, la vida”, describe Amalia. Esta autora novel se ha inspirado en su propia sensibilidad y las obras de grandes figuras como Antonio Machado, Cernuda o Salinas para crear esta antología vital dirigida a “cualquier persona sensible a la que le guste identificarse con sentimientos y pensamientos” puntualiza.
SINOPSIS
Entre la música del mar, los colores
del espíritu y la búsqueda de lo
trascendente a través de la belleza,
se dibuja este primer poemario de
Amalia Campos; una recuperación
de instantes detenidos, un diálogo
con el hombre y la naturaleza; un
mosaico de situaciones y personas
observadas, paisajes descubiertos,
intuiciones del alma. Con una
mirada sensible, plástica y evocadora.
Una versión escrita de la poeta
que la mujer esconde.
AUTORA: Amalia Campos.
Amalia Campos vive en Sevilla, ciudad en la que nació y a la que se siente profundamente vinculada. También tiene sangre alcalareña por vía materna y es bisnieta de un reconocido poeta de los años veinte, Manuel Calvo Araujo (Alcalá de Guadaíra, 1876-1943). Es licenciada en Filología Hispánica y amante de la belleza, sea cual sea su plasmación natural o artística. Su vida profesional ha estado y sigue volcada en la enseñanza de Lengua y Literatura Españolas a adolescentes. A ello se dedica en cuerpo y alma, intentando contagiar a las nuevas generaciones el gusto por los libros y por el buen uso de nuestra lengua, pasiones que la cautivaron desde temprana edad. Nunca ha dejado de escribir colaboraciones en prosa en revistas o publicaciones de su entorno más cercano, pero no ha sido hasta ahora cuando ha reunido el empuje necesario para dar a conocer al gran público una parte significativa de su poesía. Según ella, siempre se es poeta, se escriba o no. Ser poeta es ser artista, y ser artista es captar de forma especial la esencia de las cosas, de las personas…, de la belleza.