El rector de la Universidad de Almería, José Céspedes, ha presentado un informe de gestión destacando que más del 90% de las acciones planificadas para su primer año se han cumplido. A pesar de las dificultades financieras, se han ejecutado 273 de 303 acciones, enfocándose en la gobernanza inclusiva y participativa. Entre los logros se incluyen la actualización de programas académicos y el incremento de becas. La UAL ha priorizado estrechar la relación con el entorno social y económico almeriense, enfrentando desafíos presupuestarios y buscando maximizar la eficiencia en la gestión de recursos. Para más información, visita el enlace.
José Céspedes, rector de la Universidad de Almería (UAL), presentó esta semana ante el claustro su informe de gestión correspondiente a su primer año en el cargo. En un contexto marcado por las dificultades financieras, Céspedes destacó que más del 90% de las acciones de gobierno planificadas se han cumplido.
El informe revela que se han ejecutado 273 de las 303 acciones previstas para el ejercicio 2024, lo que representa un grado de ejecución del 90,1%. Este avance se distribuye en once áreas clave de la gestión universitaria, abarcando desde docencia y formación hasta investigación y sostenibilidad. La memoria completa está disponible en la página web oficial de la UAL.
Entre las iniciativas implementadas, se encuentran la actualización de la oferta académica con nuevos másteres y grados, así como planes específicos para la formación del personal docente e investigador (PDI) y del personal técnico y administrativo (PTGAS). Además, se han incrementado las becas disponibles para estudiantes.
Céspedes subrayó que una de las prioridades durante este año ha sido estrechar los vínculos con el entorno social y económico de Almería. Esto incluye el aumento en el número de cátedras y seminarios permanentes en colaboración con empresas locales, así como la expansión de cursos de verano a más municipios. Estas acciones buscan consolidar el papel de la UAL como motor del desarrollo económico y cultural en la provincia.
A pesar de los logros alcanzados, el rector también hizo hincapié en los retos financieros que enfrenta la universidad. La falta de ingresos consolidados pendientes por parte de la Consejería de Universidades ha generado incertidumbre económica, afectando a todas las universidades públicas andaluzas. Esta situación ha llevado a demandas conjuntas por parte de los rectores ante las autoridades competentes.
Particularmente, la UAL se encuentra en una posición desfavorable debido a que su ingreso por estudiante es inferior a la media regional. Esto limita aún más su capacidad para implementar políticas e iniciativas necesarias para atender las demandas sociales y educativas del entorno almeriense. Según Céspedes, esta realidad pone presión sobre los márgenes operativos necesarios para garantizar una gestión eficiente.
En respuesta a estos desafíos, el presupuesto para 2025 fue aprobado recientemente por el Consejo Social tras recibir un informe favorable del Consejo de Gobierno. Este presupuesto refleja un enfoque prudente debido a la incertidumbre financiera actual y confía en el cumplimiento del modelo de financiación por parte del gobierno andaluz.
A lo largo del último año, la UAL ha intensificado sus esfuerzos por diversificar sus fuentes económicas, logrando que cerca del 30% del presupuesto total provenga de recursos ajenos al modelo tradicional de financiación. Esta estrategia busca asegurar una mayor estabilidad financiera frente a los desafíos futuros.
Cifra | Valor |
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Total de acciones de gobierno planificadas | 279 |
Acciones adicionales | 24 |
Total de acciones cumplidas | 273 |
Grado de ejecución | 90,1% |
Número de ámbitos de acción | 11 |
El balance fue presentado por José Céspedes, rector de la Universidad de Almería (UAL).
Más del 90% de las acciones de gobierno planificadas para el año fueron cumplidas, con un grado de ejecución del 90,1%.
Se materializaron hasta 273 de las 303 acciones de gobierno planificadas para el ejercicio.
Las acciones se desplegaron en áreas como docencia y formación, investigación, transferencia e intercambio de conocimiento, cultura, gobernanza participativa, igualdad e inclusión, internacionalización, transformación digital, vida universitaria y bienestar, y campus sostenible.
La universidad enfrenta dificultades económicas debido a la falta de ingresos consolidados pendientes y a un ingreso por estudiante inferior a la media, lo que limita su capacidad para aplicar políticas e iniciativas necesarias.
El presupuesto se ha elaborado aplicando principios de prudencia y confianza en el cumplimiento del modelo de financiación y compromisos adquiridos por la Consejería de Universidades.