La Cantudo y el caso Lezo

El caso Lezo no nos deja de sorprender. Al margen de los hechos, tras las conversaciones intervenidas aparecen nuevos nombres. Uno de ellos por sorprendente que parezca es el de María José Cantudo.

Como lo leen, los investigadores del caso se han encontrado con interlocutores de lo más insospechado en las escuchas practicadas a la red de corrupción que lideraba el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González. En las grabaciones aparece una invitada que nadie esperaba, la actriz María José Cantudo, que, aunque nada tiene que ver con el desvío masivo de fondos públicos que centra la instrucción, se ha visto salpicada por el procedimiento a raíz de algo totalmente ajeno a este; un chantaje en un 'affaire' de índole sentimental.

Así en los audios grabados la relacionan con la posible comisión de un delito de coacciones ante lo que el juez instructor del caso y los fiscales Anticorrupción a la vista del contenido han decidido separar la pieza del caso y abrir otro nuevo donde la protagonista será la actriz.

Según parece son varias llamadas efectuadas hechas por ella o en su nombre al despacho del número dos de la trama, Edmundo Rodríguez Sobrino y hombre fuerte de Ignacio González en Sudamérica, en la que se pidió una importante contraprestación económica a cambio de su silencio. Por lo que se sabe, llegó incluso a concretar la cifra. Las llamadas se hicieron al despacho en Madrid de Rodriguez Sobrino quien además se ocupaba de gestionar la representación en España del todopoderoso Grupo R mexicano, líder en la industria energética en México y una de las petroleras más importantes del país, que es también uno de los principales accionistas del diario 'La Razón' que dirige Maruhenda y preside el multimillonario mexicano dueño del grupo antes mencionado, José Ramiro Garza Cantú.

Según se desprende de las grabaciones , la vedete y actriz se puso en contacto con el despacho de Rodríguez Sobrino al que amenazó con airear datos privados del empresario mexicano con el que aseguró haber mantenido una relación amorosa. A cambio de su silencio exigió una sustanciosa contraprestación económica. La cifra no ha trascendido por estar la pieza en secreto de sumario.

"El multimillonario mexicano, viajaba mucho a España y lo primero que hacía era escoger a la moza que más le gustaba", cuentaba Alfredo Landa en sus memorias donde explicaba que el amorío comenzó después de que ella saltara a la fama por un desnudo en la película La trastienda. "Cantudo había ido dando tumbos interpretando películas espantosas hasta que conoció a Ramiro Garza Cantú. Este hombre era un multimillonario mexicano que viajaba mucho a España y lo primero que hacía era escoger a la moza que más le gustaba". " Decía quiero ésta y se la traían, luego él le ponía un piso por todo lo alto. Aquel año vio unas fotos de la Cantudo y fue a por ella. Y, también, por lo que parece, se enamoró a lo grande. Además del pisazo de rigor, creó una productora solo para lanzarla al estrellato en Sudamérica"

La primera en actuar ha sido la Fiscalía Anticorrupción que aprecia en el comportamiento de la vedete indicios de delito por la presunta comisión de coacciones. Luego intervino el juez que decidió apartar estas escuchas del resto de la causa con la intención de solicitar después de verano que se remitan las actuaciones a los juzgados de plaza de Castilla.

Hace un año, María José Cantudo se refirió a "un gran amor oculto" del que nunca ha hablado y que fué el más importante de su vida. Allí apareció el nombre de Ramiro Garza Cantú, quién según ella le dijo "que, si un día me casaba con él, lo tendría todo" . " No quise. La Cantudo ha vivido siempre de su trabajo y eso no lo pueden decir todas. A mí los hombres me han costado dinero", aclaró.

Sea como fuere al Caso Lezo se le añaden ingredientes nuevos entre los que están, amorios, traiciones y chantaje.