Ellos le apoyaron para llegar a la Casa Blanca y ahora le piden cuentas.
El Ku Klux Klan y los grupos neonazis campan a sus anchas por Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses investigan el estallido de violencia, mientras Trump no se pronuncia en contra de los nacionalistas de ultraderecha en el que están grupos racistas como El Ku Klux Klan y los grupos neonazis que le apoyaron abiertamente para llegar a la Casa Blanca y ahora le reclaman apoyo institucional.
El estallido se produjo cuando el sábado, una mujer de 32 años murió y otras 19 personas resultaron heridas, cinco de ellas en condición crítica, cuando un hombre arremetió con su auto contra una multitud que se oponía a la manifestación de los nacionalistas blancos en Charlottesville, una ciudad universitaria del sur del país. Unas 15 personas resultaron heridas después de que grupos rivales se enfrentaran en batallas campales con piedras, palos y aerosoles de pimienta.
Trump se mostró ambiguo y por ello fue criticado tanto por republicanos como demócratas. Ambos partidos, el suyo y el opositor le criticaron por esperar demasiado tiempo para abordar un tema cada día más espinoso. Cuando finalmente se vio obligado a condenar explícitamente a los manifestantes supremacistas blancos que desataron los tumultos, ya era tarde.
Ayer domingo, en un comunicado, la Casa Blanca dijo: "condenamos todas las formas de violencia, fanatismo, y odio, y por supuesto eso incluye supremacistas blancos, Ku Klux Klan, neonazis, y todos los grupos extremistas". Comunicado al que se sumó Trump desde su campo de golf de Nueva Jersey donde veranea, diciendo que "muchos bandos estuvieron implicados en los incidentes de Charlottesville". "Condenamos, en los términos más duros posibles, esta atroz muestra de odio, intolerancia y violencia de muchos bandos", añadió.
La policía de Virginia aún no ha proporcionado un motivo para el incidente, pero varios fiscales y la Oficina Federal de Investigaciones han abierto una investigación para conocer las causas.
Hasta el momento han sido detenidas cuatro personas y entre estas James Fields, un joven blanco de 20 años, natural de Ohio y exrecluta del ejército, descrito por un profesor como una persona obsesionada con la ideología nazi y sospechoso de arremeter con su coche contra la multitud. Fields que se presentó para recibir entrenamiento militar básico en agosto del 2015, fue excluido del servicio activo.
"Por supuesto que vamos a tener más manifestaciones en Charlottesville, porque se están negando nuestros derechos constitucionales", dijo el nacionalista blanco Jason Kessler organizador de la protesta que el gobernador de Virginia, el demócrata Terry McAuliffe, intentó detener declarando el estado de emergencia aunque ello no consiguiera acabar con la violencia. "Por favor, váyanse a casa y no vuelvan nunca", dijo McAuliffe a los supremacistas blancos, en una rueda de prensa.
Este es otro frente más con el que cuenta Trump, esta vez en su propía casa.
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