El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo ha dictado esta mañana una sentencia por la que condena a España a devolver la multa que, a cambio de no ingresar en prisión, pagaron dos jóvenes condenados por quemar hace 11 años un foto del Rey durante la Diada. La justicia europea considera que esa actuación fue “una expresión simbólica de la crítica política” y que los tribunales españoles, la Audiencia Nacional y el Tribunal Constitucional, vulneraron el artículo 10 de la convención de Derechos Humanos.
Sin embargo ayer tarde, el Congreso desoyó al Tribunal europeo y rechazó con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos la proposición de ley presentada por ERC para que de despenalizaran los delitos de injurias a la Corona y de ultraje a España. El diputado republicano Gabriel Rufián ha sido el encargado de defender la posición de su partido y lo ha tenido muy fácil pues ha empleado casi la totalidad de su intervención en leer el reciente fallo.
Pero no ha convencido a los populares. La diputada Silvia Valmaña ha reclamado una lectura atenta del fallo, que a su juicio, no invalida la regulación del Código Penal. Además, ha reseñado que otros 16 países castigan también el ataque a sus símbolos. Rufián tampoco ha convencido al representante del PSOE, José Andrés Torres Mora, quien ha defendido que “la libertad no es hacer mi capricho, sino que alguien no me someta al suyo”.
Y mucho menos ha logrado convencer al secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, quien ha acusado a los republicanos de “quemar y pisotear los símbolos españoles movidos por su odio a España”. Podemos, PNV, PDeCAT y Bildu sí se han dejado convencer por los argumentos de Rufián, pero sus votos no han sido suficientes para eliminar los delitos de injurias a la Corona y de ultraje a España.
La posición de Ciudadanos y PP era la esperada, no así la del PSOE que ha defraudado a gran parte de militantes y simpatizantes que consideran al PSOE un partido no monarquico, echándole en cara a los actuales dirigentes la cobardía que demuestran al pedir cuentas a la corona y recordandole la Juventudes Socialistas como el obligaron en el último congreso a retirar la propuesta de pedir un referendum sobre la monarquía.
Visto lo visto, Pedro Sánchez se encuentra con un nuevo problema. Este no otro que ell descontento de buena parte del partido por la posición tomada alineándose con la derecha a favor de la Corona y desoyendo la sentencia del alto tribunal europeo.
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