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 Puigdemont sueña con el negro

Puigdemont sueña con el negro

jueves 25 de enero de 2018, 17:39h
Había una vez un rey negro que a pesar de haber nacido en Ghana, vivía en Alemania donde trabajaba como mecánico.

Se llama Cefas Bansahtiene cerca de 70 años y trab aja como mecánico en Ludwigshafen, Alemania. Pero este empleo es solo una parte de su vida ya que en en Hohoe, cerca de la frontera con Togo, tiene a casi 300.000 súbditos.

Siendo así Puigdemont se debate en la duda y se pregunta ¿porqué un negro puede gobernar desde la distancia via telemática y yo no?. Puigdemont sueña ser Bansah, ese que cuando termina su jornada laboral, gobierna un reino tradicional en Ghana gracias a las posibilidades que le ofrecen las tecnologías.

El autonombrado president de la repúblca catalana, Tabarnia incluida, ha oido que Bansah llega del trabajo, se cambia el uniforme azul por ropa de colores, se pone su corona, se sienta en su trono y vía internet conversa con sus súbditos en sesiones y discursos individuales, además de reunirse con líderes locales. ¡ Qué agarvio! piensa mientras se le escapa " mami que será lo que tiene el negro".

Este rey llegó al poder en el año 1992 tras la muerte de su abuelo. Fue coronado después de un salto en la línea de sucesión ya que tanto su padre como el mayor de sus 75 hermanos son zurdos, sinónimo de falta de honradez en su etnia. ¿ Es zurdo Puigdemont?

Cuando su abuelo murió, Bansah estaba terminando un curso de técnico mecánico en Alemania, pero decidió quedarse allí ya que consideró que esto le permitiría hacer más contactos y conseguir alianzas y donaciones para su reino.

«A los alemanes les gusto y a mí me gusta Alemania. Así que empecé a hacer los programas humanitarios», cuenta a BBC Mundo. De hecho, ahora está haciendo una colecta para construir una escuela técnica para su pueblo, el grupo étnico Ewe, que representa, según Bansah, el 13% de la población de su país.

Su gran proyecto para el desarrollo de Ghana es fomentar las actividades técnicas y artesanales: «La artesanía es la base de la sociedad. Ahí es donde empezó todo. Y funcionó conmigo», ha asegurado.

Además, ha conseguido que el dinero para la construcción también llegue de la mano de otras fuentes. Convertido en un verdadero showman, Bansah se ha hecho famoso en Alemania y vende recuerdos como camisetas, bolsos y gafas de sol con fotos de él: «Le gusto a muchas mujeres, entonces compran».

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