La verdad puede parecer algo obvio, pero es más complejo de lo que a simple vista podemos pensar, actualmente es una palabra que se manipula mucho.
Según Aristóteles dijo que era la adecuación, armonización, entre el discurso, es decir lo que decimos, y la realidad, o lo que es lo mismo, los hechos. Por tanto, hay verdad cuando lo que se dice tiene una consistencia a través de los hechos, no existiendo contradicción. Si aquello que digo realmente ha pasado, es verdad, si no, es falso.
Podemos, tal vez afirmar, que la verdad ha perdido su valor, o que la verdad no existe. Por ello la mentira es el nuevo valedor en nuestras relaciones, tanto en la política, la empresa, como en las relaciones interpersonales, son las diversas mascaras con las que ocultar nuestra realidad de aquello que somos y que no queremos que se vea.
¿Por qué se oculta la verdad?
Existe un concepto acuñado por el catedrático de la facultad de Filosofía de Catalunya, Joan García del Muro Solans que lo denomina como “posverdad” diferenciándola de la mentira: “En el mundo de la posverdad, cuando ya no tenemos la verdad, cuando ya no existe la objetividad, aceptamos lo que más nos conviene. Este es un rasgo esencial que diferencia la posverdad de la mentira: el centro ya no es tanto la actitud del emisor como la del receptor. Por eso, lo que es más propio de la situación actual es que nos tragamos todas las mentiras. Hemos asumido que la verdad no existe y, por tanto, como no hay ni verdad ni mentira, lo que yo hago es aceptar la verdad de los míos. Y, claro, la de los otros ni me la planteo”.
Esto nos sugiere una realidad casi distópica y con claros tintes de un cuadro patológico ya que lo que actualmente se considera como verdad <es aquello que quiero que sea verdad> claro ejemplo son los discursos del sector conservador y ultra, donde los hechos se encuentran totalmente separados de la realidad. Se inventan historias que nada tienen que ver con hechos históricos, es una ficción.
Joan plantea que al diluirse el concepto de verdad ocurre otra consecuencia paralela y es que se pierde el espacio de diálogo real donde se pueda dar un lugar de encuentro, haciéndose concreta la frase de nuestro poeta Antonio Machado “¿Tu verdad? No, la verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya guárdatela”
La paradoja de todo esto se encuentra en que la mayoría de las personas se quedan con la mentira aún a sabiendas de que no es verdad, ya que la propia verdad les sería de gran complejidad entender y razonar, aunque luego la mentira salga a la luz. Sin duda la mentira es un poder que destruye la unidad entre las personas, en este estado de inconsciencia colectiva es difícil que las personas se detengan a reflexionar, si no lo creéis podéis intentar explicar a alguien que la culpa de los males no es de los inmigrantes, o que por el contrario todos los musulmanes, no son terroristas, y lo peor de todo, al menos en este país, que con el dictador Franco no se vivía mejor, o que tenemos que convivir en un país plural y para eso es necesario pactar.
Para concluir os dejo una fábula que se titula <La Verdad y la Mentira> que es muy buena para poder reflexionar, algo que actualmente no se hace,
“Cuenta la leyenda que un día la verdad y la mentira se cruzaron:
-Buenos días- dijo la mentira.
-Buenos días- respondió la verdad.
-Hermoso día- dijo la mentira.
La verdad oteo el horizonte para ver si era verdad… Y si, lo era.
-Hermoso día- contesto la verdad.
-Y aún más hermoso está hoy el lago-
Y la verdad miro y requetemiro al lago para convencerse de que era vedad… Y sí, lo era.
-Cierto, está más bonito- dijo entonces la verdad.
La mentira corriendo hacia el agua, dijo:
-¡Vayamos al agua a nadar! ¡El agua está mucho más hermosa!
La verdad se acercó con prudencia al agua, la tocó con la yema de sus dedos, vio que sí, el agua estaba más hermosa, y decidió creer a la mentira y seguirla.
Ambas se quitaron la ropa y se lanzaron al agua. La verdad y la mentira estuvieron nadando un buen rato, muy a gusto, hasta que la mentira salió y se puso la ropa de la verdad. La verdad, incapaz de ponerse la ropa de la mentira, comenzó a caminar desnuda por la calle y todos se horrorizaron de verla.
Así es cómo, desde entonces, la mayoría de las personas prefieren ver la mentira disfrazada de verdad que la verdad al desnudo.”
Si (
No(
