Así fue pues cual azote de herejes, llegó a Melilla el inquisidor de UGT-FICA, en pleno Ramadán. Irrumpe como el cruzado para imponer por la fuerza los dogmas de la pureza aria de la cristiandad, y ello, en la sede del propio sindicato melillense de FICA para expulsar a los Rifeños que profesan el islam.
Los Abderramán, Mimón, Ouviña y el histórico Anana, muy a su pesar se ven como protagonistas involuntarios de la vendetta de este tal Jiménez, que además de arrastrar a toda la Federación, a ellos les hace pagar su odio a terceros.
Aunque no pretendemos desde este Editorial generalizar, sabemos que, en todos los colectivos, al igual que hay personas absolutamente necesarias por su liderazgo, saber estar y defensa de sus postulados, hay quienes, por el contrario, por su quehacer, son totalmente prescindibles por el daño que hacen a la propia organización a la que dicen representar y/o defender. Este es el caso de don manuel.
No parece que, en esta sociedad de la imagen, sea ejemplarizante sacar del baúl de los tristes y negros recuerdos, a sujetos anclados en un pasado bravucón e insultón, y que hasta a los suyos expulsa de malas maneras creyéndose dueño de un cortijo que han venido regando con su sudor los expulsados.
Es grave contar en una organización sindical, con esta especie de agentes pendencieros como es el caso de Jiménez. Actuar así en la Organización UGT-FICA nacional, es ya de traca, y que decir, de la responsabilidad de aquellos que lo han soltado al ruedo de la vida, que más bien parecen que pretenden autoinmolarse, que ofertar un proyecto moderno y de futuro sindical.
Golpear la puerta en una rueda de prensa, aunque sea en la Melilla del norte de África, es, una bravuconada totalmente innecesaria e inaceptable.
Llamar la atención a nuestro digital, por si firmamos o no los artículos que publicamos, y cuestionar nuestra labor profesional, no sabemos si es fruto de la ignorancia en lo relativo a los medios, o, pretende intimidarnos para condicionar la información, algo que no solo no va a lograr, sino que tendrá la cumplida respuesta respaldada por algo que posiblemente desconoce don Manuel, que es, la libertad de prensa.
Si este digital no hubiese vivido en primera persona la realidad del trabajo de los vilipendiados y después expulsados (Abderramán, Mimón y Ouviña)de UGT-FICA, sería un atropello desconocido más, donde el fuerte abusa y extermina al más débil, pero, en este caso podemos hablar del orgullo como medio, que previo a este atropello, y aún sin saberlo, nos adelantamos a la noticia y tuvimos el honor de haber convivido días de trabajo y lucha con unos hombres grandes, libres y sindicalistas de pro y mejores personas, que desde el altruismo y el solo compromiso para con los demás, son un ejemplo social a respaldar, hasta que la justicia justa, imponga la verdad.
Desde Nuevodiario comprometidos con la verdad, iremos trasladando a nuestros lectores los audios y videos del Secretario de Organización, para publico conocimiento y en especial, de aquellos que permiten tamaña brutalidad y que por acción u omisión también son responsables, los Pepe Álvarez y Mariano Hoya.
Concluiremos este Editorial preguntándonos al igual que muchos trabajadores, ¿en qué manos están los necesarios sindicatos que con actos así denigran el papel de las organizaciones obreras? Ver para creer.