6. Las rutas de drogas en Sudamérica
América del Sur se enfrenta a muchos problemas sociales y económicos, como crisis sucesivas, falta de trabajo y oportunidades, desigualdades sociales y varios otros problemas que son comunes en todos los países que componen esta parte de América.
Estas características generan otros problemas derivados de la criminalidad, como el narcotráfico, armas, secuestros, atentados y corrupción. Las drogas, en particular, motivan a casi todos los mencionados y, lamentablemente, estos tipos de problemas están presentes en muchos países de América del Sur.
En América del Sur, la droga más producida es la cocaína, siendo los principales productores: Colombia, Perú y Bolivia, que garantizan la distribución de la droga en el planeta. La droga pasa por varias etapas hasta que llega al consumidor, en este caso al usuario. La primera etapa es el cultivo de la materia prima, la coca, planta de la que se obtiene la base para la elaboración de la cocaína.
En la segunda fase, se procesa la planta transformándola en una pasta base, y en la tercera y última fase se realiza el refinado, dando como resultado un polvo blanco que hay es cocaína. Luego de todo el proceso de cultivo y refinación, se debe realizar la distribución, y, siendo esta una actividad legal, es necesario obtener multitud de rutas y caminos diferentes. Así, el Brasil está incluido en la ruta de tráfico internacional.
La droga entra en el país principalmente, por la selva amazónica, ya que las fronteras no están completamente monitorizadas y no hay obstáculos. Luego se dirige a puertos, aeropuertos y pistas de aterrizaje clandestinas esparcidas por todo el territorio. Desde estos lugares se envían toneladas a los grandes centros en diferentes relacionados con él.
El gran volumen de dinero que genera el narcotráfico debe ser transformado en recursos legales, que se conoce como “blanqueo de capitales”, el cual ocurre mediante la inversión de recursos financieros adquiridos en el narcotráfico en acciones, obras de arte, juegos, restaurantes, hoteles y muchas otras actividades.
Sin embargo, una buena parte del dinero se destina a continuar con el tráfico y actividades ilícitas relacionadas, como la prostitución, la corrupción, además de financiar a grupos guerrilleros como, por ejemplo, las FARC en Colombia.
El mercado ilegal de drogas, sustancias estupefacientes y psicotrópicas es de 250 millones de consumidores alrededor del mundo. Según estimaciones de la UNODOC, sus ingresos se estiman alrededor de 300 mil millones de dólares al año. Si esta industria fuese un país, sería la cuarta economía mundial.
Hay un enfoque equivocado por parte de los encargados de dirigir las políticas de prevención y control, al no ver el narcotráfico internacional como una actividad delictiva del entramado simbiótico de poder y corrupción que surge del animus lucrandi y animus negocialis de la organización.
Un kilo de cocaína-1- en el mercado local se vende aproximadamente por 7000 dólares, y G 50.000 el gamo, sin embargo, de un kilo de droga de alta pureza se puede sacar hasta tres kilos de la mercadería, triplicando las ganancias para los narcotraficantes.
Una vez que la sustancia cruza fronteras el precio se multiplica según la dificultad por la que atravesó antes de llegar al consumidor final.
Según los precios que manejan los investigadores, una carga rescatada de la jefatura de Amambay el sábado pasado es una verdadera mina de oro ya que la sustancia era altamente pura y fácilmente se podría multiplicar la cantidad hasta 700 kilos cuyo valor en Europa ronda los 100.000 millones de dólares.
Algunos gráficos
Gráficos 18 a 23
7. Conclusiones
No existen soluciones fáciles para problemas tan complejos. La crisis que vive la humanidad relacionada con el consumo de estupefacientes es un desafío para todos los países.
Si hay productores es porque hay intermediarios y, finalmente, hay consumidores. Esta es la peor ruta, es decir, la línea imaginaria que conecta a las partes involucradas en eta “economía” global. Por tanto, es necesario que se rompa uno de estos enlaces.
Si realmente retiramos el dinero de los narcotraficantes, rompiendo sus puentes, fracasarán. Esta es la parte más difícil, ya que requiere una integración interna y externa.
En el caso de Brasil, es vital que las organizaciones internas involucradas en la lucha contra el narcotráfico estén plenamente integradas y, al mismo tiempo, que los países involucrados estén perfectamente integrados, lo cual es muy difícil de lograr.
Sin embargo, no hay otro camino para este gigantesco desafío: apenas la perfecta integración.
1.-Disponible en https:/www.extra.com.py/actualidad/la droga rescatada es una verdadera mina de oro.n1505568.html, acceso en 15 de Junio de 2021
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