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El que nace lechón, muere cochino

miércoles 06 de septiembre de 2017, 21:06h

No sé si el Tribunal Constitucional se ha percatado, el gobierno de la nación lo ha intuido, los partidos políticos se han enterado o lo líderes de opinión han reflexionado, el método a modo de herramienta que un territorio tiene, dentro del marco de la ley, en el que se pueda convocar un referéndum legal para saber democráticamente si una nacionalidad desea convertirse en nación con estado propio. Creo que ahí es donde radica toda la cuestión, hay que decirle claro y alto a los catalanes que si o si tienen que asumir al Borbón que eméritamente se fue, al que disfrutan en estos momentos y que gozaran cuando la hija mayor de Su majestad Leticia esté en disposición de tomar el cargo, porque eso es la democracia, que parecen que no entienden esos radicales que quieren poner urnas y desafiar al Estado de derecho.

Estamos en la tierra donde el que nace lechón muere cochino, por muchas carreras universitarias que poseas, aquí o eres camarero, o puerta para el extranjero donde valoren tu talento, no somos de expresiones de media tinta, la negación nunca es acompañada de una salida digna para quien ponga en duda que el planeta gira y por extensión los tiempos avanzan, y lo único que le queda al pueblo catalán es emular al Rey de marruecos del año 1975,que con la marcha verde se quedó con el Sahara español , si necesidad de referendos ni filibusterismos parlamentarios.

Pese a la uniformidad en la opinión de que saltarse las leyes no es democrático, existe también el precepto histórico que la única formalidad para que estas se ajusten a los tiempos es su no cumplimiento, que sin esta rebeldía aun andaríamos en alpargatas, pantalones remendados o pegándole a nuestras mujeres bajo el amparo del patriarcado.
Pero pese a todo esto, hay que reconocer que estos 40 años de Monarquía ejemplar en nuestro país, unos políticos decentes que han elaborado leyes impregnadas de igualdades, una justicia igual para todos, gestionado con eficiencia nuestros recursos públicos y haber convertido a nuestro país en un lugar socialmente apetecible para la coexistencia..., No se entiende el argumentario de muchos catalanes en su deseo de convertirse en República.
Si intuyes que lo que expongo es una ironía, estas en un error, o mejor dicho, sigues en el error pasivo de que lo que parece una ironía sea una realidad entristecida, para un patriota como yo-

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