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Un diplomático del consulado de EEUU en Barcelona le envió una carta a los Mossos avisándole del atentado

Un diplomático del consulado de EEUU en Barcelona le envió una carta a los Mossos avisándole del atentado
domingo 03 de septiembre de 2017, 13:30h

La carta llegó al comisario Castellví. En ella, la Inteligencia americana avisaba del atentado en Las Ramblas. Pero el comisario cifró la misma de "baja credibilidad"

Manel Castellví rehuye, se esconde, no quiere dar la cara y que se la partan, después que él, como comisario de información de los Mossos d'Esquadra hiciera caso omiso a la carta que le hiciera llegar un diplomático del consulado norteamericano de Barcelona.

La carta fue entregada en mano y no era una carta cualquiera no, era una carta de la CIA, en la que le avisaba de la posibilidad de un atentado en Las Ramblas. Sin embargo Castellví no le dio importancia hasta el punto de dejarla en un cajón para no compartir la misma con las Fuerzas de Seguridad del Estado. Hoy se conoce que dicha amenaza era real y que su incompetencia se ha llevado la vida de 16 personas, algo que de haber actuado con diligencia, podía haberse evitado.

Esta información ha dinamitado la credibilidad de la Generalitat y la reputación ganada en los días posteriores al atentado por la policía autónoma catalana.

Castellví natural de Girona se convirtió en jefe de los Mossos en dicha provincia. En 2006 fue ascendido a comisario jefe de la región metropolitana norte, donde su labor fue premiada con distintas condecoraciones y entre estas, la cruz de honor que le entregó la alcaldesa de Girona en 2010. En 2011, con la llegada del tripartito fue ascendido a subjefe de la Comisaría General Territorial de la que dependían todas las comisarías de Cataluña. En ese momento la principal misión de Castellví fue la de neutralizar a los antisistema para lo cual creó una unidad de agentes de élite que se infiltraban entre los okupas y que estaba liderada por Miquel Bertrán.

Beltrán era de alguna manera la persona que hacía de nexo de uníon entre los Mossos y el Centro de Seguridad de la Información (Cesicat) , una especie de CNI catalán. Pero el trabajo del Cesicat iba más allá. al ser utilizado por el gobierno catalán para controlar y conocer lo que se cocía en los otros partidos y en especial en el Partido Socialista Catalán quién por entonces habían denunciado que la Generalitat repartió teléfonos espía para vigilar a los altos cargos y a los escoltas.

En enero de 2016, un policía belga de de Vilvoorde se comunica con un policía, que está bajo las órdenes de Castellví. Los dos policías se habían conocido en unas jornadas de terrorismo. Este le preguntó sobre los movimientos del iman de Ripoll, Abdelbaki es Satty de quien tras los atentados de Barcelona y Cambrils conocimos que era el cerebro de la célula que atentó en Cataluña. El policía belga le dijo que el Iman había buscado trabajo en aquella localidad y le pidió que averiguase cuanto pudiera de él. El belga conocía por otro iman belga, la radicalización del iman de Ripoll. Los mossos no tramitaron aquello por los cauces oficiales ni preguntaron al Gobierno central por el imán, tampoco le vigilaron, ni le comunicaron a sus colegas belgas que había estado cuatro años en la carcel, solo les dijeron que no tenían nada contra él.

En Mayo de 2017, ell Govern de Cataluña seguía empeñado en demostrar la existencia de una policía dependiente del ministro de interior que se encargaba de persiguir a políticos nacionalistas en la llamada Operación Cataluña y ese mes el Parlament pone en marcha una comisión de investigación. La Generalitat pone a trabajar a los Mossos en este cometido. Al parecer aquello resultaba prioritario, más incluso que la lucha contra el terrorismo y de un posible atentado del que por esa fecha los Mossos ya estaban avisados. El 25 de mayo y, según contó El Periódico de Catalunya, los servicios de inteligencia de EEUU se pusieron en contacto con los Mossos, extremo éste que en principio el Major de los Mossos, Josep Lluis Trapero, el Conseller Joaquin Forn e incluso el Presidente Puigdemont, desmintieron. El motivo, trasladarles un asunto confidencial, información no corroborada y de veracidad desconocida en la que se indicaba que el Estado Islámico de Irak y ash-Sham (ISIS) estaba planeando llevar a cabo ataques terroristas durante el verano contra emplazamientos turísticos muy concurridos de Barcelona, específicamente en la calle La Rambla, aunque también en la costa.

Para esta misión la inteligencia norteamericana utilizó a un funcionario de su consulado de Barcelona. Fue éste quien para le entregó el escrito con aquella información y en mano al propio Castellví. Viendo el poco interés que mostró , los servicios de inteligencia americanos, le hicieron llegar la misma nota a la Policía Nacional y Guardia Civil, al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y al CNI. Días más tarde, el jefe de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional de Barcelona llamó a Castellví para comprobar si estaba al tanto. Castellví dijo que sí, aunque siguió sin hacer nada.

Nada más producirse el atentado, el Periódico de Cataluña sacó a la luz esta información pero el Mayor de los Mossos Josep Lluis Trapero, y el president Puigdemont lo negaron. Unos días después Trapero se vio obligado a reconocer que existió el mensaje pero que le dieron «baja credibilidad». Dijo además que " el CITCO les había asegurado que esa advertencia no tenía relación con Las Ramblas, algo que niegan desde el centro estatal y al que ahora después de conocer la manera de actuar de los Mossos, la Audiencia Nacional ha encargado la investigación del ataque de Barcelona relegando a los Mossos del cometido que autodesempeñaron relegando del mismo a la Policía Nacional y a la Guardía Civil.

En junio, se reunen la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos. En la misma Los Mossos confirman haber recibido la alerta y aseguran que la estaban investigando aunque Castellví y su equipo le quitan importancia a la información del funcionario americano, todo ello buscando ser autónomos e impedir que las Fuerzas de seguridad del estado metieran sus narices en Cataluña. Castellví no quería ingerencias como sucediera en marzo en la estación de Sants cuando recibieron de la CIA un aviso similar. Castellví asegura que no hay ningún riesgo de ataque en Barcelona. La policía y la Guardia Civil se muestra exceptica y le dicen a Castellví que además de los avisos de la CIA hay otros que han recibido del Mossad israelí a los que el comisario de los Mossos tampoco le da credibilidad. "Cuando recibes un aviso de la CIA te lo tienes que tomar en serio y ellos se lo tomaron como si hubiese sido el comentario de un borracho en un bar" " A diferencia nuestra que las últimas navidades recibimos una advertencia sobre un posible atentado en un centro comercial de Madrid y desplegamos a las fuerzas de seguridad, los Mossos no hicieron nada"

Luego llegaría la explosión en el Chalet de Alcanar. El departamento de Castellví tampoco atinó en el análisis de la explosión, incluso le dijeron a la jueza " si no estaba exagerando" cuando está intuyó que la deflagración podía no ser casual y les dijo que podía tratarse de un acto terrorista o relacionado con el terrorismo. Tras la deflagración, mandó a uno de sus hombres, que no vio nada raro en que hubiese 120 bombonas de butano o acetona, sustancia que ya habían usado los yihadistas en otros atentados para preparar explosivos, e incluso prohibió que otros TEDAX, distintos a los de los Mossos pudieran intervenir.

Castellví, no supo hasta bien entrada la noche, que la explosión de Alcanar estaba relacionado con el ataque de Las Ramblas, pero esto fue después de ver que la documentación de uno de los heridos en Alcanar había aparecido en la furgoneta que se llevó la vida de 14 personas en las Ramblas. Sin embargo la incompetencia de los Mossos en cuanto a la prevención de los atentados, ha querido silenciarse y que no saliera a la luz. Ahora Puigdemont calla, mientras sus consellers se afanan por trasladar a la opinión publica que hay orquestada una campaña de difamación contra los Mossos, con la que esconder las verguenzas de quienes dirigen ya sean políticos o jefes, la polítiva catalana y la policía autónomica.

Pero ante esto,¿ qué?.

Hasta el momento no ha habido, ninguna dimisión, tampoco ningún cese, solo el silencio de un gobierno, el catalán, que se felicitaba así mismo demostrando tras la detención de los terroristas, que tenía una policía autosuficiente para su hipotética República Catalana.

Pero si ellos no dimiten y nadie cesa a los incompetentes, tal vez quien deba actuar sea el Ministerio Fiscal y la Abogacia del Estado para poner a los responsables donde debieran estar, en LA PUTA CALLE O EN LA CÁRCEL, por atentar contra la seguridad de los ciudadanos.

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