Cuando han pasado casi dos meses desde aquel 2 de agosto en el que Pilar Garrido Santamans desapareció secuestrada al parecer por dos individuos , ahora el caso ha dado un giro inesperado al conocerse que las autoridades mexicanas han detenido a su marido, Jorge González.
Días después Pilar apareció muerta.
Según el órgano judicial, Pilar murió estrangulada y "existían indicios suficientes parea considerar como probable responsablede su estrangulamiento al marido de Pilar".
Según el relato que Jorge González contó a la Policía de México cuando interpuso la denuncia el 3 de julio, un día después de que pilar desaperciera, un coche se les cruzó a las seis de la tarde de aquel domingo en una carretera. Del vehículo salieron dos hombres armados que les pidieron que se bajaran de su Honda Civic para robar sus pertenencias. González explicó que cuando les dijo que había un bebé en el coche y éstos apuntaron con un arma a su esposa a la que le dijeron que se bajara del vehículo para llevársela contra de su voluntad, dejándole a él allí con el niño.
La familia nunca se creyó el relato. Por el momento Jorge González esta detenido en dependencias policiales donde será interrogado para esclarecer los hechos antes de pasar a disposición judicial.
El marido de la española desaparecida y asesinada en Tamaulipas, era sospechoso desde el comienzo, aunque la familia de Pilar Garrido dijera que no se podía tratar de él. La historia se remonta al día dos del pasado julio. La valenciana de 34 años desaparece cuando volvía a su casa, con su marido y su bebé de pasar el fin de semana en la playa. Según la declaración de él, fueron asaltados por dos hombres armados, que secuestraron a Pilar. Su hermana desde España, publicó un mensaje en las redes sociales para una mayor atención.
Es entonces cuando aparecen unos restos óseos en un paraje cercano donde supuestamente fue secuestrada. Dos semanas después, las autoridades mexicanas confirmaban la muerte de Pilar Garrido por estrangulamiento. Pero, no ha sido hasta hoy, que las investigaciones apuntan a que el marido, la habría ahorcado.
Los investigadores nunca creyeron la versión del esposo, primero porque el estrangulamiento no es una práctica asociada a los grupos delictivos de la zona, y segundo porque la fiscalía consideró contradictoria su declaración en calidad de testigo. Ahora, la familia ha pedido una repetición de las pruebas de ADN en España.
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