La funcionaria no respondió cuando se le pidió que explicara si era posible que el virus hubiera escapado inadvertidamente de un laboratorio. El Instituto de Virología de Wuhan descartó los rumores de que sintetizó el virus o de que haya escapado por accidente. Chaib, consultada sobre el impacto de la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, la semana pasada de suspender los fondos a la OMS por su manejo de la pandemia, dijo: "Todavía estamos evaluando la situación sobre el anuncio (...) y trabajaremos con nuestros socios para llenar cualquier vacío".
"Es muy importante continuar lo que estamos haciendo no solo en torno al COVID-19 sino para muchos, muchos, muchos otros programas de salud", agregó, refiriéndose a la acción contra la poliomielitis, el VIH y la malaria, entre otras enfermedades.
Chaib dijo que la OMS recibió un financiamiento del 81% para los próximos dos años a fines de marzo, refiriéndose a su presupuesto semestral 4.800 millones de dólares. Estados Unidos es el mayor donante de la agencia con sede en Ginebra. Otros importantes contribuyentes son la Fundación Gates y Reino Unido.
Asimismo la revista científica Nature publicó un artículo que explica porque el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, es producto de la evolución natural y no una conspiración de ningún país o un laborarorio. Lo demuestran los hallazgos de un estudio publicado en la revista "Nature Medicine", realizado por científicos del Scripps Research Institute, no ha encontrado ninguna evidencia de que el virus se haya creado en un laboratorio o se haya diseñado de otra manera.
"Comparando los datos de secuencia del genoma disponibles para las cepas de coronavirus conocidas, podemos determinar con firmeza que se originó a través de procesos naturales", afirma rotundamente uno de los líderes del estudio, Kristian Andersen.
Los científicos analizaron el patrón genético de las proteínas de espigas, armaduras en el exterior del virus que utiliza para agarrar y penetrar las paredes exteriores de las células humanas y animales. Más específicamente, se centraron en dos características importantes de la proteína espiga: el dominio de unión al receptor (RBD), una especie de gancho que se agarra a las células huésped; y el sitio de división que permite al virus abrirse y entrar en las células huésped.
Los investigadores descubrieron que la porción de RBD de las proteínas de espiga del SARS-CoV-2 había evolucionado para atacar eficazmente una característica molecular en el exterior de las células llamada ACE2, un receptor implicado en la regulación de la presión sanguínea. La proteína de la espiga del SARS-CoV-2 era tan eficaz para unir las células humanas que los científicos concluyeron que era el resultado de la selección natural y no el producto de la ingeniería genética.
Los investigadores también encontraron que la estructura molecular general se parecía en su mayoría a los virus relacionados que se encuentran en murciélagos y pangolines. "Estas dos características del virus, las mutaciones en la porción de RBD de la proteína de punta y su columna vertebral distintiva, descartan la manipulación en el laboratorio como un origen potencial del SARS-CoV-2", especifica Andersen.
Fuente OMS e InfoTecnologhi