De los 12 millones de páginas que La CIA ha desclasificado 12.500 tratan sobre España.
Según los documentos, Juan Carlos I se convirtió en uno de los informantes más valiosos de EE.UU, revelando información confidencial a su contacto en Madrid, el embajador norteamericano Wells Stabler.
En España, el dictador Francisco Franco se estaba muriendo y los norteamericanos ven en Juan Carlos el candidato ideal a sus intereses.
Juan Carlos es en ese momento el sucesor elegido por el dictador para sucederle y aunque no era en un principio del agrado norteamericano al considerarle estos poco capacitado para liderar una transición democrática ven que es una persona manejable.
En uno de los informes de la CIA se puede leer: "Hay poco entusiasmo por Juan Carlos y la monarquía en España, pero una cierta disposición a apoyarle al no haber una alternativa mejor … Si logra preservar la Ley y el orden mientras consigue una apertura política ganará apoyo. El reto es enorme. Y es improbable que el nuevo rey reúna las cualidades necesarias para lograrlo."
Poco más tarde la entrega del Borbón cambió la visión que la CIA tenía de él. Juan Carlos se plegaba a las directrices que desde Wasingtón marcaban.
En otro de los informes califican a Juan Carlos como "motor del cambio."