Ya no se verá la subida del 58% en partidas como la dependencia (813 millones más), se anulan. También las ayudas a cuidadoras por cotizaciones sociales, se anulan, pierden los dependientes.
Pero además de perderse esa subida de becas del 10% también se pierde la bajada de las tasas universitarias que se anulan. Así los afectados serán los estudiantes.
Adiós también a las 20.000 viviendas sociales y el aumento de inversión en carreteras o memoria histórica previstos.
Sin embargo hay quién gana.
Y lo hacen las rentas más altas, aquellas que superan los 130.000 euros a las que no se les subirán impuestos. El único respiro para las clases medias es el impuesto al diésel, que no llegará a aplicarse.
A cambio, en materia de impuestos pierden las mujeres que ya no veran una bajada en los impiuestios a los productos de higiene femenina, también la cultura y la atención a animales, rebajas de IVA que ya no se aplicarán.
Tan solo se salvan 3 decretos ley que se tramitaron al margen del presupuesto. Estos son la subida del salario mínimo a 900 euros, la subida de pensiones y la subida del sueldo a los funcionarios.