Las autoridades indias han comunicado que, al parecer, un ciudadano estadounidense viajó hasta la isla donde fue asesinado por los nativos. Según el testimonio de unos pescadores que aceptaron dinero a cambio de llevarle, al parecer se trataba de un predicador que pretendía convertir a los indígenas.
Los pescadores han contado que nada más llegar a la playa, los nativos comenzaron a lanzarle flechas, pero que él siguió caminando. Luego, le rodearon, ataron una especie de soga a su cuello, y le clavaron sus lanzas.
Se estima que en Sentinel del Norte viven entre 50 y 400 nativos, aunque la población quedó bastante diezmada tras el tsunami de 2004. Muy poca gente ha contactado con ellos y ha vuelto para contarlo. Uno de los pocos que lo logró fue el antropólogo indio Trilokinath Pandit, quien en 1991 viajó a la isla y se ganó al confianza de los indígenas entregándoles alimentos. Lo que reveló que no siempre son hostiles con los recién llegados.