Tras la lectura del veredicto de culpabilidad, el fiscal del caso solicitó el ingreso en prisión del procesado al estimar que una vez conocido el riesgo de fuga era muy elevado.
Al acusado se le ofreció entonces la posibilidad de pronunciarse sobre esa medida reclamada por la fiscalía y contestó que no tenía intención de sustraerse a la acción de la justicia y que vivía con su esposa y su bebé -presentes en la sala del juicio- en Mula.
En la sentencia notificada hoy a las partes se condena además al acusado al pago de indemnizaciones que suman 390.000 euros a la madre, la esposa y los doce hermanos de la víctima.
El relato de hechos probados señala que el acusado causó la muerte del fallecido al provocar su asfixia con una mordaza que le tapaba la boca y las fosas nasales entre diciembre de 2005 y marzo de 2006, tras lo que lo enterró en una fosa en un pinar de Mula, donde fueron encontrados ese último mes por unos cazadores.
La detención del acusado, de nacionalidad marroquí, al igual que la víctima, no se produjo hasta 2010 y desde entonces solo cumplió un mes de prisión preventiva, ya que consiguió dejar la cárcel con la entrega de una fianza de 10.000 euros y de su pasaporte.