Sudán se recuperó con éxito a finales del año pasado de una infección en su pata derecha derivada de su avanzada edad, pero a finales de febrero se descubrió que había recaído y que, esta vez, la afección era "mucho más profunda".
Desde entonces los veterinarios han buscado la manera de curarlo e incluso de perpetuar la especie, pero las complicaciones de su pierna, combinadas con la avanzada edad del rinoceronte -45 años- han hecho que la criatura haya tenido que morir.
"Sudán será recordado por su memorable y unusual vida", estimó la reserva, que explicó que en los años 70 consiguió sobrevivir a la extinción de su especie y fue trasladado al zoológico Dvur Králové, en la República Checa.
Al final de su vida consiguió volver a África, a la reserva natural situada en Laikipia, en el centro-oeste de Kenia.