Esta es la primera ocasión -de la que se tiene constancia- en la que el Rey emérito visita Ginebra después de que el matrimonio Urdangarin Borbón la eligiera como su refugio dorado tras el estallido del caso Nóos. Han pasado cuatro años de aquello y durante todo este tiempo jamás se ha visto una fotografía del padre de Felipe VI en Ginebra ni mucho menos acudiendo al domicilio de Cristina e Iñaki, un dúplex de doce habitaciones situado en el número 12 de la Rue des Granges, una de las zonas con más historia de la ciudad.
Pero este lunes sí se dejó caer por la ciudad suiza para acudir a la fiesta de cumpleaños de su yerno, una celebración en la que la gran ausente fue la infanta Elena. La duquesa de Lugo siempre ha mostrado su apoyo público a su hermana y su cuñado, pero en esta ocasión y por motivos laborales no tuvo más remedio que faltar a la cita. Por supuesto, no hubo rastro de los Reyes, quienes desde el primer momento han querido desvincularse del revuelo causado por Nóos (tanto que incluso doña Letizia no luce el anillo de compromiso, supuestamente pagado por su cuñado). Tanto Felipe como Letizia han cumplido con su agenda de una manera ordinaria, tal como estaba previsto.
Los Urdangarin Borbón celebraron por adelantado los 50 años de Iñaki con un viaje familiar a Roma, del que se ha filtrado la comentada foto en la que asistían a la misa de Epifanía presidida por el papa Francisco el 6 de enero en la basílica de San Pedro, donde ocuparon un lugar preferente (la primera fila, destinada a grandes personalidades).