Juan Carlos disfruta de una vida tranquila y rodeada de lujos, dedicado a sus aficiones, como la cacería o la vela. Una «jubilación dorada» con pocos compromisos que atender y un gran sueldo.
Así es, pesar de sus problemas de cadera durante su sonado accidente en jornada de caza años atrás, el rey Juan Carlos no se priva de disfrutar de sus aficiones.
Con este sueldo el rey puede darse la vida padre ya sea viajando, participando en jornadas de vela y como no dedicándose a su gran afición, la caza. De este modo, don Juan Carlos llegó a pagar 30.000 euros por una jornada de cacería en África, donde mató a un elefante y posteriormente posó. En 2004, el rey emérito llegó a pagar 7.000 euros por matar a uno de los pocos bisontes que quedan en Polonia. La afición más polémica y cuestionada.