La relación de Podemos con la Monarquía nunca ha sido buena, pero se ha empeorado en los últimos tiempos.
No obstante parecía heber una tregua, hasta que hace unos días, tras la crisis en Cataluña, Podemos arreciara en sus críticas a la Monarquía encarnada por Felipe VI..
Durante este año parecía haber cierta complicidad personal entreb el líder de Podemos, Pablo Iglesias y el Rey como consecuencia de los encuentros que ambos mantuvieron en Zarzuela con motivo de las rondas de contactos que el rey concedió a los distintos líderes políticos.
"Lo importante es que el jefe del Estado sea elegido a través de unas elecciones, y Felipe de Borbón tendría posibilidades de ganar si se presentara" dijo el lider de la formación morada, a preguntas de un periodista.
Dicho así resultaba evidente que podía haber un pacto de no agresión, ahora roto, hasta el punto de cuestionar públicamente en los últimos meses la utilidad de la Monarquía española, algo que ha causado un gran malestar en Zarzuela. El Rey no oculta su disgusto por las críticas de Podemos contra la Monarquía, más si cabe en este momento especialmente grave para el Estado. Así el rey ha lamentado la deriva que este partido ha venido manteniendo al situar a la Monarquía en la diana. Especial inquietud existe en el entorno del Rey por el cuestionamiento de la utilidad de la institución, que ya pudo comprobar Felipe VI durante la sesión solemne en la que se conmemoró en junio el 40 aniversario de las primeras elecciones de 1977. En esa ocasión, Iglesias consideró propio del pasado el discurso del Rey.
En opinión del líder de Podemos, el Rey " ha cometido un error histórico al situarse «como el jefe del 155, en vez de contribuir a la distensión a través de algún gesto de conexión con los ciudadanos que quieren una España plurinacional para contribuir al diálogo con Cataluña".Que los tiempos para la monarquía cambian es evidente. Juan Carlos gozó durante su reinado del respaldo de todos los partidos políticos, gracias a la complicidad con las formaciones de izquierda, a las que mimó especialmente, un mimo que Felipe no parece tener con estos y menos aún con los republicanos a los que el rey ha dado de lado torpemente aún sabiendo que las nuevas generaciones de izquierdas, no son tan complacientes con su Monarquía.