El periodo de tregua pascual, proclamado por Rusia y anunciado por Vladimir Putin, ha llegado a su fin. Pocas han sido las horas en las que el estruendo de los cañones no se ha escuchado en el campo de batalla. A pesar del alto el fuego declarado por el Kremlin y respaldado por Kyiv, ambos bandos han persistido en sus ofensivas. La pausa en las hostilidades ha sido respetada con dificultad.
Ucrania ha sido acusada por el Ministerio de Defensa ruso de haber atacado dos localidades en la región de Donetsk durante la noche. En un comunicado militar publicado en Telegram, las autoridades rusas también afirman que Kyiv lanzó 48 drones en ese periodo, uno de los cuales tenía como objetivo Crimea.
Se afirma que los militares rusos habrían sido blanco de hasta 444 disparos por parte de los ucranianos, quienes utilizaron artillería y morteros para llevar a cabo estos ataques. Además, en la nota se menciona la existencia de muertos y heridos como resultado de estas ofensivas, aunque no se proporciona una cifra exacta.
Al declarar la tregua, Putin afirmó que el cese de hostilidades evidenciaría "la sinceridad" de los llamados a la paz realizados por Zelenski. También indicó que su Ejército estaba listo para responder en caso de que se produjeran ataques.
Zelenski ha denunciado que, a pesar del alto el fuego proclamado por Putin, los ataques en su territorio no han cesado. El presidente ucraniano indicó que las alarmas antiaéreas se activaron tras esa declaración y que, con el transcurso del tiempo, las ofensivas han persistido.
"El Ejército ruso intenta generar la percepción de un alto el fuego en esta mañana de Pascua. En ciertas áreas, su objetivo es avanzar y provocar bajas entre las fuerzas ucranianas", ha manifestado Zelenski a través de sus redes sociales.