Un estudio multidisciplinar de las universidades de Alicante y Augsburg revela que durante la Edad del Bronce, ornamentos de vidrio provenían de Centroeuropa, Egipto y el Próximo Oriente hacia la península ibérica. Analizando 17 cuentas de vidrio halladas en yacimientos arqueológicos en Alicante y Albacete, los investigadores identifican una evolución en las técnicas de fabricación de vidrio, destacando el uso de ceniza vegetal y natrón. Este trabajo no solo amplía el conocimiento sobre la tecnología del vidrio en la Prehistoria europea, sino que también evidencia redes comerciales complejas antes de la colonización fenicia. Los hallazgos incluyen cuentas decoradas en Cabezo Redondo y una cuenta de azul egipcio en Peña Negra, lo que indica interacciones culturales significativas.
Un reciente estudio multidisciplinar, llevado a cabo por investigadores de las universidades de Alicante (UA) y Augsburg (Alemania), ha revelado que durante la Edad del Bronce, ornamentos de vidrio se intercambiaban en la península ibérica provenientes de regiones como Centroeuropa, Egipto y el Próximo Oriente.
La investigación se centra en el análisis de 17 cuentas de vidrio recuperadas en yacimientos arqueológicos ubicados en Alicante y Albacete. Este trabajo fue realizado por Cinzia Bettineschi, de la Universidad de Augsburg, junto con los profesores de la UA Virginia Barciela González, Gabriel García Atiénzar, Alberto José Lorrio Alvarado y Mauro S. Hernández Pérez, profesor emérito de la UA.
Los hallazgos indican “una evolución en las recetas empleadas en la fabricación del vidrio a lo largo de los siglos”, según los investigadores. Durante el Bronce Tardío, que abarca desde los siglos XVI hasta XII a.C., predominan los vidrios elaborados con ceniza vegetal, típicos de Egipto y el Próximo Oriente desde el II milenio a.C., que fueron ampliamente distribuidos por el Mediterráneo y Europa central. A partir del Bronce Final, se documentan por primera vez en el sureste peninsular los vidrios fabricados con natrón, una técnica vinculada al mundo egipcio y al Mediterráneo oriental desde los siglos X–IX a.C.
Este estudio no solo amplía el conocimiento sobre la tecnología del vidrio en la Prehistoria europea, sino que también evidencia “la complejidad y dinamismo de las redes de intercambio prehistóricas”, afirman sus autores. Los resultados abren nuevas vías para investigar el origen y circulación de materiales vítreos, así como las interacciones entre grupos culturales en la península ibérica.
Además, se destaca la relevancia de la colaboración interdisciplinar en la investigación arqueológica, consolidándose como un hito en los estudios arqueométricos para el sur de Europa.
En el asentamiento de Cabezo Redondo, ubicado en Villena (Alicante), uno de los más significativos del Bronce Tardío en el este peninsular, se han identificado cuentas de vidrio fabricadas con ceniza vegetal, algunas adornadas con bandas multicolores. La sofisticación técnica observada refleja un notable grado de especialización artesanal y sugiere una conexión directa entre esta población y zonas costeras del Mediterráneo oriental.
Por otro lado, en el monumento funerario conocido como El Amarejo (Albacete), también datado en esta misma época, se encontró una cuenta de fayenza vítrea LMHK. Esta tecnología es característica de producciones locales centroeuropeas e indica contactos con talleres situados en el centro del continente europeo.
Uno de los descubrimientos más relevantes es una cuenta hecha con azul egipcio hallada en el yacimiento Peña Negra, ubicado en Crevillente (Alicante). Este material data de los siglos X a IX a.C., constituyendo así la evidencia más antigua conocida acerca de su uso en el occidente mediterráneo.
El estudio concluye que “su presencia en este contexto supone una prueba clara de la existencia de redes comerciales extensas antes incluso de la colonización fenicia”. En épocas posteriores, especialmente a partir finales del siglo VIII a.C., se documenta con mayor frecuencia este material azul egipcio, como evidencian los objetos encontrados en La Fonteta, un enclave situado en Guardamar del Segura (Alicante).
El estudio revela que ornamentos de vidrio llegaban a la península ibérica desde Centroeuropa, Egipto y Próximo Oriente durante la Edad del Bronce, evidenciando la complejidad y dinamismo de las redes de intercambio prehistóricas.
La investigación fue liderada por investigadores de las universidades de Alicante (UA) y Augsburg (Alemania), incluyendo a Cinzia Bettineschi y varios profesores de la UA.
El estudio documenta una evolución en las recetas empleadas en la fabricación del vidrio, destacando el uso de ceniza vegetal y natrón en diferentes periodos.
Se han identificado cuentas de vidrio decoradas en Cabezo Redondo (Alicante) y una cuenta de fayenza vítrea en El Amarejo (Albacete), así como una cuenta de azul egipcio en Peña Negra (Crevillente), que es la evidencia más antigua conocida de este material en el occidente mediterráneo.
Los autores destacan que el estudio amplía el conocimiento sobre la tecnología del vidrio en la Prehistoria europea y subraya la importancia de la colaboración interdisciplinar en la investigación arqueológica.