Titulo este artículo con ¡APAGAD FUEGOS!, por cuanto se trata de una expresión que es la orden principal de los bomberos para abortar un siniestro, y pretendo en este caso, utilizarla como comparativa a ciertas decisiones y actitudes de la Administración andaluza ante la situación de la empresa VEIASA.
El actual presidente Juanma Moreno y su Consejero el Sr. Jorge Paradela, parecen desear que ciertas situaciones pasen de conatos y lleguen a convertirse en verdaderos incendios, como está ocurriendo con los trabajadores y trabajadoras franceses; y como todo fuego se puede extender.
¿Tiene alguna lógica que, una empresa como VEIASA, que estaba funcionando como servicio público se elimine un Área como Metrología?
Para su director, parece que, si tiene su lógica, y como “Los resultados económicos no le cuadran”. Solución, desgajar poco a poco el servicio, hasta quemarlo. Decisión que está creando una situación complicada, tanto para el servicio, al que está obligado a prestar; como ir induciendo malestar a los ciudadanos afectados. Y para muestra el cierre del laboratorio de San Fernando en Cádiz, (en el que estuve trabajando, desde su fundación), el de Málaga y el de Carmona en Sevilla, que prestan un servicio de cercanía a sus ciudadanos y una errónea política de gestión pretenden eliminar.
LA ANALOGÍA
El fuego es una reacción química de combustión, una oxidación rápida de una sustancia combustible que genera calor. Por lo que está formado por un triángulo, combustible (empleados), comburente (las acciones) y el fuego (las consecuencias). Esto es la definición de un fuego, y con ello, voy a realizar una comparación con la actual situación de VEIASA.
¿Arde VEIASA?
Aún no, pero arderá; arder, lo que es arder, es lo que está ocurriendo con los agricultores franceses y como todo fuego se expande a los agricultores españoles. Pero ¿Por qué se produce esta reacción? Pueden existir dos causas plausibles:
Por tanto, el calor que se produce es inducido por los oscuros intereses de una Administración y sus dirigentes. Esto es algo que está ocurriendo en otros sectores de la administración pública como es el SAS, en AENA o RENFE.
Si en una gestión se comienza a meter “cizaña”, se está creando el caldo de cultivo para provocar un incendio. En este caso es la propia Administración y su director general (el Sr. Alfonso Lucio-Villegas Cámara), como “brazo ejecutor”, son los que provocaran el fuego, en la analogía son el comburente, y si siguen así probablemente acaben quemándose ya que como dice el refrán popular “el que juega con fuego se quema”.
Insulto a la inteligencia.
También podemos decir, que actuar de esta forma tan rastrera, es un insulto a la inteligencia. De hecho, todos podemos detectar que vivimos en una sociedad en la que se valora más el poseer las riquezas, el poder, y la inteligencia, entendiendo ésta, por la acumulación de títulos, máster, la ocupación de puestos preeminentes en diversas empresas, etc.
Si nos fijarnos en los resultados de las actuaciones de aquellos que ostentan esos cargos, últimamente podemos afirmar que ese valor de la inteligencia es un error; la psicóloga Susana Urbina, especialista en evaluación psicológica dice “La frase, es inteligente, debería ser anulada… Creo que se ha sobrevalorado la inteligencia porque no es el único bien o el bien necesariamente principal”
Si la política del PP, con Juanma Moreno, a la cabeza, y su consejero, al que alaba de forma expresa en aquella comparecencia ante los medios de comunicación para dar a conocer su “nuevo gobierno”, se mostraba convencido de que Jorge Paradela García, lo va a hacer “muy bien” al frente de la Consejería de Industria y Energía por su amplia experiencia “en el sector privado” donde ha demostrado su capacidad y tenacidad, al tiempo que tiene una “magnífica relación con el sector industrial”. Habría que hacerle la observación al presidente que Paradela se está esforzando en llevar a término la privatización; por lo que, si continúan en esa línea de trabajo, muchas de las empresas “rentables” pasaran a manos privadas de “magníficos empresarios”. Lo que es lo mismo a los “Chiringuitos” de los amiguetes de turno.
Ante esto los empleados/as de VEIASA solo tienen que seguir aquel “método” de la JOC (Juventudes Obreras Cristianas) allá por la década de los años treinta que consistía en, VER, JUZGAR y ACTUAR, y al finalizar REVISAR los resultados obtenidos, por si son necesario modificar, por lo que para parar este atropello solo cabe luchar.