Esta segunda parte del articulo ¿PASADO O PRESENTE?, lo público, recién iniciada la campaña electoral de Municipales en Andalucía y España y también autonómicas en la mayoría de las comunidades a nivel nacional, y como siempre, salvo excepciones, asistiremos a todo tipo de promesas (falsas o no) populismos por doquier que a muchos andaluces nos lleva a concluir como Hechos constatables que:
“Un idiota es un idiota. Dos idiotas son dos idiotas. Diez mil idiotas son un partido político. (Frank Kafka)
No es menos cierto, que generalizar en política y en la vida es, y puede ser injusto, dado que no todos son iguales y desde una perspectiva de clase, me siento identificado con los partidos progresistas y las políticas de ampliación de derechos y conquistas económicas sociales y laborales.
Sería un error por mi parte, no adjuntar los hechos que surgen en nuestra cotidianidad, y avalan de forma evidente una actitud determinada, sobre todo, en nuestra Comunidad Autónoma de Andalucía que actualmente se encuentra gobernada, en un tándem: PP y Vox, por personajes muy variopintos y sobre todo singulares, que daría para un estudio psicológico profundo.
Y como no puede ser de otro modo, comenzaré a enumerar algunos de los hechos más significativos iniciando su exposición por los de más actualidad:
-La destrucción del tejido social con las privatizaciones de Organismos Públicos de servicios esenciales como el Servicio Andaluz de Salud, a través de acciones que obstaculizan y empeoran el servicio, como la falta de contratación de facultativos, la dilación en las citas a los médicos de cabecera y la eternidad en la llamada para pruebas diagnósticas y especialistas, y ni que decir, de las listas de espera para una intervención quirúrgica.
Las consecuencias.
Cualquier persona, si se detiene sólo por un momento, se podrá dar cuenta que esto a nivel de la ciudadanía traerá, si nó a corto plazo, a largo plazo, un retroceso a etapas que logramos salir tras mucho esfuerzo y luchas.
Para entender las posibles consecuencias, debemos tener en cuenta todo un contexto histórico, sobre todo, de ese siglo XX que nos precedía, donde la inestabilidad social política, crisis económica y los numerosos golpes de estado eran el modus operandi para perpetuar el sistema a nivel mundial.
Con ello, deseo hacer caer en la cuenta, de que traemos a nuestras espaldas un siglo muy complejo, más el que venía de Europa, guerras mundiales, la bomba atómica y nuestra desastrosa y genocida guerra civil y la posterior dictadura.
En primer lugar, el ser humano en su evolución no ha sido siempre lineal, ha tenido saltos y también paradas, la ley natural es la evolución, en la mayoría de los casos se ha dado progresivamente, pero ha habido ciertos procesos en los que hemos dado un gran salto, sobre todo con los logros en los procesos industriales de mecanización y tecnológicos.
Esto ha dado al ser humano confianza en sí mismo, a tal punto de llegar a creernos que somos el centro del Universo y los dueños de la tierra. La ciencia ha colaborado en este proceso de consolidación en sus procesos de ensayo y resultados, pero resulta que en un momento dado en pleno siglo XX el científico Max Planck planteo un gran reto para todo aquello que consideramos cierto expresando que este modo de ver las cosas era un error, denominándolo incertidumbre, caos y azar, por lo que ya no se podía estar seguro de los resultados. Más tarde Heisenberg lanza el principio de incertidumbre y lo expresa diciendo “que, aunque tengamos todos los datos, sólo podemos predecir la probabilidad de que algo ocurra” este principio no sólo se aplica a la física cuántica, sino que lo podemos aplicar a nuestra vida, social, política y económica.
Por ello, sólo el hecho de observar una realidad estamos influenciando en ella.
Por tanto, parece ser que la realidad no es lo que parece a ciencia cierta, nunca mejor dicho.
Esto nos lleva a una segunda posible hipótesis, las cosas no son tan simples, y desde entonces el ser humano ha comenzado a tambalearse porque sus principios ya no son sólidos, ni sus valores, ni su justicia.
Entramos en este siglo XXI dando “traspiés” con una pandemia mundial que ha hecho que nos paralicemos, y por un solo momento la humanidad entera se ha puesto de acuerdo en algo, bueno si contamos como real, el episodio de la Torre de Babel sería la segunda vez, que por cierto tampoco sirvió de mucho.
Si somos capaces de ser observadores de lo que acontece, y esto es un proceso activo y no pasivo, siendo consciente de que las cosas no las podemos predecir, es decir, que escapan a nuestro control, más aún, nosotros mismos las alteramos con nuestras acciones, estamos ante una infinidad de posibilidades.
La pasividad, la inanición, echar la culpa a otros no nos ayuda en nada.
Ante la realidad que acabo de desgranar tenemos que ser personas proactivas, es decir sacar nuestra mejor actitud ante los problemas, ya que, ante la incertidumbre que se cierne sobre nosotros, nos tiene que llevar a tener más control sobre nuestras vidas, por ello, no se puede dejar para mañana lo que hoy nos inquieta, además, ver que todo problema que se nos presenta es una oportunidad de aprender, para ello, debemos tener una mentalidad abierta del “aquí y ahora”, y sobre todo aprender de nuestros errores para no volver a cometerlos.
Esta realidad expuesta, me da pie para continuar con mi exposición sobre las capacidades del ser humano. Tened en cuenta que uno no nace idiota, sino que con el paso el tiempo se hace idiota, sino pone remedios y así nos va.
“Los ojos no sirven de nada si la mente no quiere ver”