“El hombre está condenado a ser libre; porque una vez arrojado al mundo, él es el responsable de todo lo que hace” (Jean Paul Sartre)
Introducción.
Los resultados de estas elecciones andaluzas me llevan a algunas reflexiones, todos debemos pararnos e intentar sacar algunas conclusiones que nos ayuden a desentrañar nuestro futuro a partir de unas decisiones, ya que cualquier decisión tienen unas consecuencias, tanto a corto como a largo plazo.
Tenemos sin duda el poder en nuestras manos, y según el sentido de nuestro voto podemos defenestrar una mala gestión, pero hay que ser muy conscientes de lo que hacemos.
Con más normalidad de la que creemos, los diferentes grupos políticos manipulan a los ciudadanos, vistiéndose de una “imagen” que en nada tiene que ver con las verdaderas intenciones que esconde tras ellas.
El verdadero deseo de todo político debe de ser el servicio a los ciudadanos no la ostentación de un cargo ni de un puesto de poder, ni asegurarse un buen retiro a costa de todos.
La imagen del poli bueno y el poli malo.
Creo que esto lo vemos todo el mundo, nadie en Andalucía ha querido que la ultraderecha rancia, entre a gobernar, pero tenemos un aviso para navegantes, han ido escalando puestos acercándose al poder. Por tanto, tenemos la imagen del poli malo en Vox y poli bueno en PP.
El papel de Vox ha sido exactamente lo que es él, no hay contradicción ya que representa todos los valores de la dictadura, y aún en España hay muchas personas que tienen miedo a la vuelta de los viejos valores, que son esgrimidos por sus representantes sin ningún tipo de rubor expuestos con toda claridad en la palestra, tal como hemos visto en los debates.
Por el otro lado tenemos la figura del poli bueno, una figura muy peculiar que durante estos años ha estado presentando una imagen anodina, es decir “ni fu ni fa” sin hacer declaraciones histriónicas, aparecer lo menos posibles y declarar lo estrictamente necesario.
El primero de ellos se le ve venir, es como un toro que sale del chiquero, pero al otro no lo ves venir, porque trabaja siempre en la sombra.
¿Cómo se puede detectar a este tipo de personaje?
Para detectarlos hay que ser muy sagaz y estar muy alerta, es un manipulador, pero, tiene la virtud de no usar mucho esfuerzo siempre que no le interese obtener algo de alguien. Por lo que siempre ocultan sus intenciones con buenas palabras y la consabida coletilla “tu no te preocupes que ya me encargo”. Porque saben que lo “que se trae entre manos” no es muy popular, por ejemplo, privatizar los sectores Públicos, ir quitando poder económico a las pensiones, a los contratos laborales, etc.
Saben perfectamente que cuando la gente venga a darse cuenta de sus verdaderas intenciones ya será demasiado tarde. Por ello voy a pasarles cinco señales que sirven para detectar a un lobo con piel de cordero.
Este tipo de personaje se encuentra muy implícito en los grupos “que no piensan”, es decir, aquellos que hagan lo que hagan siempre seguirán a su líder porque en definitiva buscan lo mismo que él.
Por el contrario, aquellos grupos llamados “de izquierdas” tienen el problema de ser hipercríticos con sus representantes y casi siempre se encuentran divididos, esta división nunca los llevará a ostentar cotas de poder.
En estas elecciones andaluzas se ve con diáfana claridad a través, no sólo de los resultados sino de las encuestas previas, que algo está pasando en este siglo XXI que nos está dejando “fuera de juego”, con una deriva peligrosa hacia tiempos que no quiero recordar, no sólo en Andalucía, sino en el resto de territorio español, caso claro de Castilla León. Que se extrapola a Europa con un resurgir peligroso de ideas trasnochadas.
Hacia un nuevo paradigma.
“Tus defectos como hijo son mis fracasos como padre” (Richard Harris)
Me pregunto sobre qué me depara el futuro y sobre todo el que le depara a nuestros hijos e hijas. Aquello que, por dejadez, desidia, pasotismo o por ignorancia dejemos de hacer será los pilares de la futura sociedad que construyamos para todos ellos, y los responsables no son sus gobernantes sino nosotros que decidimos quién nos ha de gobernar.
Seamos conscientes de que hay muchos interesados en construir una sociedad de borregos dóciles fáciles de manipular y adoctrinar. La historia de nuestra humanidad está llena de ejemplos de sus resultados y de sus consecuencias