El pasado 14 de junio, la Fiscalía de la CPI pidió autorización judicial para investigar supuestos crímenes contra la humanidad cometidos durante la guerra contra las drogas que inició Duterte tras convertirse en presidente.
"La información disponible indica que miembros de la Policía Nacional de Filipinas, y otros que actúan en connivencia con ellos, han matado de forma ilegal a entre miles y decenas de miles de civiles", dijo la fiscal jefa saliente, Fatou Bensouda, en un comunicado.
En la solicitud de investigación, de 57 páginas, se dice que en el país se han sucedido "ejecuciones extrajudiciales" que "parecen haberse cometido de conformidad con una política estatal oficial del Gobierno filipino".
En las últimas semanas muchos analistas sostienen que Duterte está apostando por postularse como vicepresidente en las elecciones de 2022 y que su hija Sara se convierta en presidenta para evitar terminar en La Haya, pero el mandatario rebajó los rumores al alabar a un senador como candidato al cargo.
"Es un buen hombre. Puede convertirse en un buen vicepresidente", dijo durante su alocución en referencia al senador Vicente Sotto.
El último año y medio de mandato de Duterte se ha visto ensombrecido por la crisis de la covid-19, que ha costado la vida a más de 27.000 personas con más de un millón y medio de infectados y que amenaza con retomar fuerza ante la aparición de la variante delta y el miedo a las vacunas de buena parte de la población.